Es una de las peores experiencias que alguien pueda vivir y, aunque ya se han presentado varios de estos casos, en esta ocasión le tocó el turno a Janina Kolkiewicz de Ostrow, una mujer de 91 años de edad oriunda de Polonia y quien fue declarada muerta a finales del año 2014.
En efecto, el día 6 de noviembre de ese mismo año, en horas de la mañana, el doctor que la atendía comprobó el pulso, el estado del corazón y los pulmones y, tras comprobar que no tenía ningún signo vital, procedió a emitir el certificado de defunción.
La familia dio aviso a la funeraria y dos horas más tarde los empleados fúnebres se acercaban para trasladar el cadáver de la anciana. Tras esto la desconsolada familia dio aviso a los demás parientes de la mujer y comenzaron a hacer los respectivos preparativos para la velación y el entierro.
Sin embargo, en la noche de ese mismo día recibieron una abrupta llamada de la funeraria para comunicarles que algo insólito había sucedido en el cuarto frío. Se trataba de la señora Janina Kolkiewicz que, tras pasar 11 horas en el cuarto, había resucitado y había sido encontrada viva por personal de la funeraria. La mujer se encontró bien de salud y volvió a casa.
Un caso similar ocurrió en El Salvador hacia mediados del año 2015 cuando una mujer de 92 años de edad fue declarada muerta y posteriormente despertó dando gritos en el cuarto de refrigeración de la morgue y, por supuesto, aterrorizando al personal que se encontraba allí.
En este último caso la mujer no contó con tanta suerte como la señora Kolkiewicz y murió a los dos días, de acuerdo al dictamen médico, por una afección cardíaca que padecía y que no estaría relacionada con el incidente.
Y tú ¿qué opinas de esta experiencia? ¿Qué harías si algo así te sucediera? ¿Conoces algún caso parecido?