El Pensante

La Niña Biónica

Personas sorprendentes - febrero 2, 2016

Imagen 1. La Niña Biónica

Olivia, en un Hospital luego de que saliera ilesa de un grave accidente de auto

Súper humanos

Técnicamente hablando es una persona como cualquier otra, por lo que decirle biónica no es correcto. Sin embargo, tal es el sobrenombre que Olivia se ha ganado en los medios británicos y como tal la presentaremos aquí.

Ya hemos hablado en este portal de las personas que no sienten dolor, así como de aquellos que, por su genética, reducen sus necesidades de sueño a mínimos (en ocasiones hasta 3 horas al día). También se conocen personas que no requieren mucho alimento y, sobre todo, que parecen no sentir hambre, comiendo más bien contra su voluntad. Lo que nunca se había visto es que una única persona tuviera estas 3 características.

Olivia Farnsworth es una niña de 8 años nativa de Huddersfield, una ciudad inglesa a medio camino entre Manchester y Leeds. De acuerdo con su madre, pese a que parece ser completamente normal desde pequeña comenzó a mostrar signos de que algo no andaba bien con su cuerpo… sobre todo en lo relativo al sueño y la comida.

Sin dormir, sin comer

Ya en su primera infancia se caracterizaba por un carácter activo y por, al contrario que muchos otros niños, jamás tomaba una siesta. Sin embargo, esto no le impedía llegar a la noche con toda la energía y, de vez en cuando, despertar a sus padres a la madrugada. Pese a dormir mucho menos que cualquier niño de su edad a partir de los 9 meses, nunca se mostraba cansada.

Así mismo, su apetito era más bien poco, y tendía a comer únicamente por la insistencia de sus padres. Su cabello comenzó a crecer  con normalidad únicamente a partir de los 4 años. Y más importante: nunca lloraba. Su madre, Niki Trepak, cuenta que la llamaba, en tono jocoso, “el bebé de acero”. Jamás pensó que su broma fuera tan dramáticamente precisa.

Imagen 2. La Niña Biónica

Olivia en la actualidad (izquierda) y con una herida que no le causó dolor alguno e hizo
sospechar a los médicos que había algo peculiar con ella (izquierda)

Salto a la fama

Pese a que su familia sabía que Olivia no era una persona normal, no fue hasta que la pequeña sufrió un accidente que se dieron cuenta de que el asunto era dramático. Mientras se encontraba en un parque se le atravesó a un vehículo que la arrastró por más de 20 metros en medio de los gritos horrorizados de su madre. Sin embargo, apenas el vehículo se detuvo ella se levantó como si nada hubiera pasado y preguntó “qué está pasando”. Luego, camino tranquilamente hacia su madre.

Los médicos determinaron que el mantenerse flexible y no tensionar los músculos hizo toda la diferencia. Sin embargo, esto reveló una nueva característica de la pequeña: no tiene sensación alguna de peligro y, al no sentir dolor, le es imposible darse cuenta de que su vida está en riesgo. En el caso del accidente, además de marcas de llantas y algo de piel levantada no sufrió daño alguno (y fue de hecho a partir de entonces que la bautizaron “Niña Biónica”).

Tras varios exámenes bastante exhaustivos, los doctores fueron capaces de determinar que la pequeña tenía un problema genético: parte de su cromosoma 6 estaba ausente. Aunque este tipo de incidencias no son poco comunes (un ejemplo son los pacientes con Síndrome de Down), características como las de Olivia nunca antes habían sido documentadas.

Luego del accidente y el diagnóstico, Niki recordó una ocasión en la que la pequeña se lastimó el labio estando en el Jardín. Como siempre, se mantuvo indiferente ante la herida y el médico notó de inmediato la ausencia de reacción al desinfectar y suturar. Fue entonces cuando comenzaron a estudiar su caso, aunque pasaría algún tiempo antes de que llegaran a conclusiones sólidas.

Por ahora, Olivia sigue con su vida. A fuerza de insistir, han convertido la comida en un hábito, y pasa parte de las noches leyendo o dibujando, esperando que llegue la mañana y pueda compartir, una vez más, con su familia.

Fuente de imágenes: express.co.uk