Por lo general uno escucha historias de personas que no tienen alguna parte del cuerpo, como un brazo, una pierna, un ojo y hasta algún órgano interno, pero lo que menos podría uno imaginar es que naciera sin ano.
El insólito caso de Alesha
Y precisamente esto fue lo que le sucedió a Alesha, quien nació en el año 2001 con graves problemas en sus órganos internos al punto que, donde quiera que va, ella debe llevar consigo una bolsa en la que son recogidas sus heces.
En la escuela tal situación la llevó al punto de ser víctima de bullying pero, para sorpresa de sus compañeros, la niña en lugar de amedrentarse o tratar de esconder su condición sacó valor y se dirigió al frente de todos y comenzó a exponer uno a uno los diversos problemas de su cuerpo y las dificultades con las que debía lidiar en su vida diaria.
Y es que para comenzar los nervios de la parte interior de su columna vertebral se encuentran dañados y, básicamente, no tiene ano, además que tiene problemas en el control de la orina. Pero por si eso no fuera poco Alesha sigue relatando que no tiene útero ni vagina y, adicionalmente, sólo tiene un riñón por lo que llevar una vida normal no es fácil para ella.
Un ejemplo de valentía
No tener que vivir la vida sin preguntarse si alguna vez tendrás o hijos es “normal” para ustedes, pero no para mí, expresó la niña y su intervención conmovió tanto que terminó llevándose los aplausos de sus compañeros que comprendieron lo afortunados que eran al poder hacer cosas tan cotidianas como ir de campamento, nadar o viajar.
El caso de Alesha está lejos de ser el único pero sí es uno de los pocos en donde más funciones y órganos se ven comprometidos. Sin duda, todo un ejemplo de valentía a la vez que una gran lección.
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