El Pensante

La personalidad humana

En este post, encontrarás todo lo relacionado con la personalidad humana y su desenvolvimiento.

El estudio de la personalidad es algo sumamente desdeñado y omitido por las gentes del común. Aún teniendo una personalidad particular, nadie se da cuenta de las características profundas y epistemológicas de ella.

Se fabrica desde los cero hasta los siete primeros años de la existencia. Es el vehículo energético de los agregados psicológicos. Durante el resto de la vida se la pasa robusteciéndose. Como tenemos 108 cuerpos físicos que son los vehículos materiales de nuestra alma, tenemos 108 personalidades distintas. A cada existencia le corresponde un nuevo cuerpo y una nueva personalidad. Lo que indica que ambos mueren 108 veces.

Por ende, la personalidad es efímera, pasajera, superficial, intrascendental. Una verdadera ilusión que aparece y desaparece en el tiempo. Pero a ella nos dedicamos y veremos por qué. Está constituida por todos los yoes que en nuestro interior cargamos, los cuales se fueron adhiriendo por el proceso de la imitación y fascinación de las personas y cosas del mundo.

En realidad nuestra persona es el subproducto de todos los actores de las películas, novelas y programas de televisión que hemos visto, además de todas las formas de ser de las personas con las que nos hemos interrelacionado en la existencia. Así es que en un momento dado resultamos hablando como nuestro papá, o como un amigo, o como el vecino, o como el protagonista de tal película.

La personalidad nos mantiene hipnotizados porque fue programada por el sistema social y todas sus ramificaciones:

Estudio, empleo, profesión, familia, educación, modas, deportes, farándula, normas, leyes, dinero, fama, prestigio,  hábitos, estrato, costumbres, idiosincrasia, religiones, posición geográfica.

Clasificación de la Personalidad:

Activa: permanece satisfaciendo al ego, complaciendo cada uno de los deseos animales. Vive reaccionando y esperando resultados.

Pasiva: sirve como instrumento del Ser, de la Consciencia del Espíritu.

Cada yo tiene su propia personalidad, por eso, tenemos muchísimas personalidades o formas de ser. Cada una es una máscara para ocultarnos ante los demás, lo que en verdad somos. Por ejemplo la hipocresía. Hablamos amablemente a una persona X, le sonreímos con una mueca imitando la sonrisa, usamos palabras diplomáticas, pero por dentro la odiamos, nos cae mal, no la soportamos. Sin embargo, tenemos puesta una máscara del ego.

Cualquiera confundiría tener una personalidad de bueno, con ser Consciente. Otro gran ejemplo de cómo actúa la personalidad en nosotros con relación a enmascarar y ocultar a los defectos psicológicos, es con la lujuria. La personalidad es aquella secretaria de la mente que nos dice qué  conviene a los yoes y qué no.

Entonces, supongamos que un yo quiere fornicar con una dama. Se inventa una serie de excusas para salir con ella; la invita al cine, a cenar, le lleva rosas, la trae, la lleva y mil cosas más por el estilo. Todos esos actos caballerosos aparentemente, en realidad son el disfraz o la personalidad de la lujuria y sus agregados que nos están controlando para hacer de las suyas y robarnos la energía.

Escrito por: Diego Felipe Baquero R.