Armas químicas en el siglo III
Las armas químicas, según los estudios que se han realizado sobre una veintena de soldados romanos hallados en Dura-Europos (Siria), no son algo inherente al siglo XX. Los restos de estos soldados pertenecen al siglo III D.C. Según parece, los persas, en su asedio a la ciudad, cavaron un túnel por debajo de sus murallas para poder entrar en ella. Pero los romanos, imaginando la estrategia de los Persas, cavaron por su parte otro túnel para poder sorprender a los Persas cuando intentaran entrar por ese lugar.
Pero los Persas no eran precisamente tontos, y cuando los soldados Romanos entraron en el túnel, prendieron fuego a una masa compuesta de betún y cristales de azufre, creando una nube tóxica en el interior del túnel que acabó con la vida de los soldados en cuestión de minutos. Simon James, el arqueólogo estadounidense que dirige la excavación, ha señalado que para que un grupo de soldados romanos muriera al unísono en un espacio de esas características fue necesario que o bien los persas fueran unos superhombres o emplearon un arma realmente letal.
Tras estos sucesos, la ciudad fue conquistada por los Persas, y la mayoría de su población asesinada o llevada a Persia como esclavos.
Dura-Europos, situada en las orillas del río Eufrates, fue conquistada por los romanos, que construyeron allí una fortaleza. Hacia el 256, la ciudad fue sitiada por las tropas del Imperio persa, bajo la dinastía sasánida (226-651). Ningún texto antiguo relata el enfrentamiento, del que hoy en día se tiene constancia gracias a las excavaciones arqueológicas, iniciadas en los años 20.
Texto. Sinuhé Gorris.
Info: Revista Más Allá de la Ciencia/www.imperioromano.com