De los intraterrenos
Uno de los temas más fascinantes explora la posibilidad de que en rincones perdidos del mundo subterráneo haya criaturas sintientes y pensantes como nosotros. Muchas, si no todas las sociedades hablan de mundos subterráneos (como ya lo hablamos en este artículo) es bien conocida la teoría de la Tierra Hueca y no sobra recordar el relato sobre los reptilianos que, supuestamente, habitan bajo nuestros pies. Y claro, también hay que mencionar la más moderna leyenda de los Hombres Topo.
Pues bien, recientes descubrimiento han comenzado a descubrir lo que parece ser un extenso sistema de túneles a lo largo y ancho de Europa que irían incluso hasta Turquía. Aunque no se comparan con las famosas “ciudades subterráneas” de la Península de Anatolia capaces de sostener una población de 20.000 personas por varios meses, los túneles son bastante complejos y parecen haberse usado por siglos y quizás, por milenios.
Los túneles en cruz
Llamados popularmente “túneles en cruz” por las fuentes inglesas (cris-crossed tunnels), estos sistemas abundaban en el Reino Unido, Francia, Alemania y las regiones eslavas. La mayor parte de estos sistemas tenía una función completamente desconocida, y se sabe que muchos de ellos parecen haber estado aislados de otros, pero algunos elucubran sobre la posibilidad de que fuesen un sistema unido.
El tema se popularizó en el 2010 a raíz de un libro publicado por el Dr. Henry Kush, Profesor e Historiador de la Universidad de Karl Franzen en Gras en el que estudiaba un grupo particular de túneles ubicados en Austria cuya función es, en la actualidad, desconocida.
Dichos túneles se encontraban bajo un castillo medieval y hasta el momento siempre se había pensado que eran una construcción datada del periodo mismo del castillo, es decir, entre los siglos X y XI. Esto haría este sistema de túneles uno particularmente reciente y lo convertiría en una construcción medieval hasta ahora desconocida.
Pero Kush opina otra cosa. Él y su esposa han realizado estudios que parecen indicar una antigüedad considerablemente mayor: el túnel habría sido construido a lo largo de un gran periodo de tiempo y parte del mismo dataría de finales de la Edad del Hielo o un par de milenios más, es decir, entre los milenios IX y XI a. C.
El debate de su procedencia
Kush, entonces, se une a un creciente grupo de personas que considera que parcial o totalmente dichos túneles provienen de un pasado prehistórico europeo en el que, que sepamos, no existían civilizaciones complejas. Explicar la construcción de los túneles no resulta particularmente difícil – al fin de cuentas, cualquiera con una pala y una pica primitiva podría haberlos hecho –, más en un escenario en el que parecen haberse construido a lo largo de un gran periodo de tiempo.
Lo interesante aquí es la postura de quienes creen que estos túneles pertenecían a un sistema mucho más complejo del que hoy no quedan más que algunos trozos superficiales. La similitud en su sistema de “túneles en cruz”, la temporalidad, son varios los indicios que le apuntan a una naturaleza mucho más compleja de lo que habíamos pensado anteriormente. Y de ser así, tendríamos que replantear mucho de lo que sabemos.
En toda Europa corrían leyendas de grandes túneles subterráneos que comunicaban con el centro de la Tierra. En algunas versiones de allí provenían los hombres o, al menos, los profetas que trajeron la sabiduría y la civilización. No cabe duda de que estas versiones parecen indicar un conocimiento previo, una civilización ancestral o, al menos, una habilidad insospechada en nuestros antepasados.
En tiempos de la Guerra Franco Prusiana (en la segunda mitad del siglo XIX) muchos hablaban de los túneles perdidos que comunicarían Francia con Inglaterra a través del Canal de la Mancha. Hoy parece ser que estamos cerca de descubrirlos… si es que existen. Y si llegásemos a hacerlo, gran parte de lo que sabemos resultaría ser mentira.
Fuente de imágenes: ancient-origins.net