Así mismo, de acuerdo a autoridades en la materia, como el Instituto Cervantes, la Referencia Anafórica constituye uno de los elementos lingüísticos destinados a velar por la cohesión y coherencia, brindando la posibilidad de conservar también la continuidad del tema abordado, así como la conexión entre elementos pasados y presentes.

Clasificación de la Referencia Anafórica

De acuerdo a algunas fuentes lingüísticas, la Referencia Anafórica se considera opuestamente diametral a la Referencias Catafórica, la cual establece relación con elementos que se mencionarán a continuación. Así mismo, otros fuentes señalan que en ocasiones ambas relaciones son nombradas como Referencias Diáforas, mientras que lingüistas como Émile Benvenistes señalan que se usa el término Anafórico, para señalar los dos tipos de referencias discursivas: anafóricas y catafóricas.

Así mismo, la Lingüística también ha establecido distintas clases de Referencias Anafóricas, las cuales varían según los siguientes criterios:

1.- El primer punto para determinar la clase de Referencia Anafórica, será la de tomar en cuenta la categoría gramatical a la que pertenezca el elemento que se usa para relacionar un elemento con otro que ha sido mencionado anteriormente. En este sentido, podrá clasificarse como Referencias Anafórica Pronominal, Referencia Anafórica Adverbial o Referencia Anafórica Léxica.

2.- En segundo lugar, se tomará en cuenta si los elementos relacionados a través de esta Referencia Anafórica remiten o no a los mismos referentes. De esta forma, las Referencias Anafóricas pueden ser Correferenciales (cuando los elementos tienen el mismo referente); de Sentido (los elementos relacionados no son correferenciales, aunque se puede identificar que tienen el mismo sentido); Elíptica (se da entre un elemento presente y otro ausente del discurso, entre los cuales sin embargo se puede decir que existe una relación Anáfora de Sentido).

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