Frozen es la conocidísima película estrenada en noviembre de 2013, de la mano de Walt Disney Animation Studios. Un film infantil que ha logrado obtener elevadas ventas de taquilla y que, de paso, se ha instaurado dentro de los 100 grandes clásicos de Disney.
Con una duración de 98 minutos, la trama de la película se centra en un invierno eterno desencadenado por Elsa en el reino de Arendelle, y las peripecias de su hermana Anna, el montañero Kristoff y el reno Sven, por encontrarla a fin de que le ponga fin a tan devastadora situación.
Hasta aquí la historia conocida, pero ¿podría esconderse algo más tras la trama y el argumento de esta película?
El argumento del filme no es una producción original de Walt Disney, sino que se encuentra basada en el cuento de La reina de las nieves, del escritor danés Hans Cristian Andersen, y que se publicó por primera vez en el año 1845 y en cuyo caso se expone principalmente la lucha entre el bien y el mal y cuyos protagonistas son el pequeño Kay y su amiga Gerda. En la película los nombres son cambiados por Elsa y Anna, dos niñas que viven en el reino de Arendelle y que, a efectos literarios, serían hijas de Rapunzel.
Sin embargo, Isabella Tanikuni asegura que Walt Disney, el gigante de los dibujos animados, plagió la historia de su vida plasmada en un diario y que se trata de una mentira el hecho de que la trama haya sido basada en la novela de “La Reina de las Nieves” de Hans Christian Anderson, como lo afirma la compañía. Isabella ha demandado a la compañía por la suma de 250 millones de dólares.
Por otra parte, hay quienes reclaman que la película contiene algunos mensajes subliminales, como por ejemplo, el mudra de la mano cornuda que realiza Elsa, gesto que, a propósito, ha sido relacionado directamente con las sociedades secretas masónicas.
En la película Anna, que había sido congelada, logra ser descongelada por Elsa, quien aprende a dominar sus poderes. En la historia original Kay y Gerda se enamoran y se casan, luego de las peripecias de Gerda para salvar a su amigo Kay.
Así mismo, y como dato curioso, el filme, que va principalmente destinado a un público infantil, también terminó por ser bien recibido dentro de algunas comunidades LGBTI gracias a su banda sonora Let It Go, gracias a mensajes como “no dejes que sepan de ti”, “no han de saber”, “suéltalo, no lo puedo ya retener” y “soy libre y ahora intentaré sobrepasar los límites”.
Más allá de todo esto, Frozen ha cautivado a miles de niños con sus canciones y se ha convertido en toda una inspiración que ha generado miles de artículos como muñecas, relojes y carteras convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de Disney.
Versión de video: La verdadera historia de Frozen