Es probable que, previo a abordar la definición de la Competencia Interpretativa, sea de gran ayuda revisar algunos otros conceptos, que permitirán entender esta competencia comunicativa, dentro de su contexto teórico preciso.
Definiciones fundamentales
En este sentido, quizás entonces lo más recomendable sea reflexionar brevemente sobre la propia definición de Competencia comunicativa, de la cual la Competencia Interpretativa es parte fundamental. Igualmente, se hace necesario traer a capítulo la definición general de interpretación, pues esta ayudará a entender mucho mejor el sentido de la Competencia que la tiene como centro. A continuación, cada uno de los conceptos:
Competencia comunicativa
De acuerdo a la corriente lingüística del funcionalismo, cuando sucede una acción de comunicación –tanto verbal como no verbal- existen dos tipos de significados: el primer, tiene que ver con aquello que se dice de forma literal; mientras que el segundo se relaciona con las implicaciones sociales que este mensaje tiene, así como con los otros sentidos a los que puede apuntar, más allá de lo literal. La Competencia Comunicativa será precisamente la capacidad que tiene un hablante para poder activar y emplear los conectores y capacidades cognitivas necesarias para entender e interpretar los distintos sentidos e implicaciones que tiene una frase en específico.
Por ende, para que el proceso de Comunicación se dé de forma cabal, ambos hablantes no sólo deben conocer y comprender el código en el cual se da la comunicación, lo cual les permitirá entender “literalmente” cuál fue el mensaje emitido, es decir, el sentido estricto de las palabras, sino que deben tener también conocimiento de los distintos códigos o reglas sociales, culturales o incluso psicológicas que juegan en medio de los patrones comunicativos de la comunidad de habla en donde esta se produce. Un ejemplo de esto puede ser quizás cómo en occidente sonreír es un acto social que demuestra empatía y simpatía, mientras que en algunas culturas asiáticas, como la japonesa, sonreír sin taparse la boca, es decir, mostrando la dentadura, y sobre todo si se es mujer, es considerado una falta de respeto. En consecuencia, aun cuando se conociera el idioma japonés a perfección, si no se tienen las competencias comunicativas necesarias para saber, entender e interpretar los códigos socioculturales de esta comunidad de habla, no se podría decir que el hablante cuenta con el total manejo de la Lengua, pues desconoce sus implicaciones comunicativas, más allá de que maneje el código verbal.
Como conclusión se puede decir entonces que –desde el punto de vista del funcionalismo- una Lengua no sólo es un código de signos a través del cual se forman mensajes, sino que constituye una construcción social y cultural de la comunidad de Habla, constantemente alimentada por ella, y conformada por las creencias, prácticas, actitudes, tradiciones e historias de esta comunidad, por lo que a la hora de aprender una segunda lengua la enseñanza no sólo puede limitarse al sentido literal de las palabras, sino que se debe conocer la cultura que habla la Lengua que se quiere aprender, así como las posibles implicaciones de esas palabras, los momentos de usar unas y no otras, los modismos, las formas, los tonos, y otros aspectos cuyo manejo y entendimiento construyen la real competencia comunicativa del hablante.
Interpretación
Otro concepto que también es importante revisar antes de tocar finalmente el de la Competencia Interpretativa es el de la propia Interpretación, la cual puede ser entendido como la acción cognitiva por medio de la cual, una vez que se ha entendido y comprendido un mensaje, se está en la capacidad de reconstruir una nueva realidad material en base a la representación que se ha entendido previamente. Por consiguiente, Interpretar se aleja un poco de la acción de traducir o incluso de comprender, puesto que sería el punto final del ejercicio de comprensión, constituido por la reconstrucción o hechura de nuevas realidades, la apropiación y utilización de contenidos, basada en su comprensión.
Competencias interpretativas
Con estas definiciones presentes, será mucho más fácil aproximarse entonces a la definición de Competencia interpretativa, la cual se puede comenzar por decir que, junto a las Competencia Argumentativa y la Competencia propositiva, es una de las tres competencias que forman parte de las Competencias Comunicativas, pues es esencial para entender por completo el significado de un mensaje. Así mismo, la Competencia Interpretativa, considerando la naturaleza de la Interpretación para poder construir nuevas realidades materiales en base a la comprensión, será la capacidad del hablante para conocer el sistema de reglas y códigos verbales, culturales y sociales, que le permitirán al hablante inferir y reproducir las expresiones posibles con las cuales puede responder e interactuar en un acto comunicativo.
A nivel educativo, la Competencia Interpretativa –relacionada generalmente también con capacidades cognitivas y semióticas- se encuentra constituida por la capacidad que tiene un hablante de leer, entender, encontrarle sentido y usar intelectualmente el contenido que puede tener cualquier producto intelectual, como por ejemplo un texto, un mapa, un gráfico, etc. Es decir, que la Competencia Interpretativa no sólo permitirá que el lector entienda el significado de cada palabra, sino que se relaciona con la posibilidad de que el lector entienda e integre el conocimiento presente en este material, dándole otros usos que le permitan posteriormente argumentas o avanzar hacia la compresión de otros temas relacionados. Por consiguiente, las Competencias Interpretativas están también muy relacionadas con la posibilidad de acercarse a un texto o material desde una posición comprensiva, crítica y autónoma, a fin de encontrarle sentido y uso al contenido procesado.
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