El Pensante

Las formas más extremas de enamorar

Curiosidades - enero 31, 2016

Por lo general, todo el mundo sabe una historia de parejas que se interrelacionaron de un modo inesperado, bien sea en otra nación, en un chat o en una fiesta. La realidad es que no prevalece un método exacto para hallar a la pareja ideal y por el contrario, encontramos diversas fórmulas muy excéntricas a lo largo del mundo.

Cabañas íntimas

Imagen 1. Las formas más extremas de enamorar

Esto sucede en Camboya, donde la tradición de la tribu ‘Kreung’ indica que toda joven mujer que llegue a cumplir la mayoría de edad, debe usar una cabaña que sus padres construyen con el fin de que ellas puedan tener allí, relaciones sexuales con varios hombres hasta descubrir cuál es el que la acompañará por el resto de la vida.

Engordar antes de la boda

Una tradición propia de Mauritania, en el occidente de África. Toda mujer que quiera contraer nupcias, debe ser primero corpulenta, con un apetito voraz  y con una boca muy hábil, para así enamorar a los hombres. Muy distinto es en occidente, donde las mujeres hacen dietas extremas para lucir una figura delgada y esbelta con su vestido de novia.

Abstinencia sanitaria en la boda

Una extraña tradición del pueblo Tidong, en Bormeo, indica que las parejas recién casadas en plena noche de bodas deben abstenerse por completo de ir al baño a realizar cualquiera de sus necesidades corporales, pues según ellos, de llegar a defecar u orinar antes de tres días después del matrimonio, éste sería un rotundo fracaso. Por ello, los padres de cada miembro de la pareja los retienen en la casa paterna para custodiar ese procedimiento y brindarles comidas muy ligeras durante ese tiempo.  Cumplido el lapso, pueden saciar sus esfínteres y consumar el matrimonio.

Invasión de casas y camas de mujeres solteras

En un famoso ritual llamado la “cacería nocturna”, en Bután los jóvenes varones efectúan una hazaña lujuriosa para encontrar la media naranja, que consiste en seleccionar una vivienda de una mujer sin compromiso, para luego entrar como ladrón en la noche, llegar hasta su habitación y convencerla de contraer relaciones íntimas. Obviamente, en la cultura occidental esto acarrearía o bien un balazo, una golpiza o hasta la cárcel.

Fuente de imagen: pixabay.com