Lo que queda de la fortaleza en Xingjiang
China antigua
Tradicionalmente, en América Latina y España se aprende mucho de la historia europea y, posteriormente, de la americana. El Lejano Oriente, por su parte, es poco más que una nota a pie de página.
Las razones son obvias. Todos los países americanos fueron colonias europeas, y como tal estuvieron muy influenciados por el desarrollo político, económico y filosófico de este continente. China, Japón, Vietnam, India, Corea, Camboya, etc., han tenido más bien poca influencia en el desarrollo de nuestro continente, por lo que es natural enfocarse en Occidente.
Sin embargo, esto a veces lleva a considerar la noción, errónea por supuesto, de que estos países tienen una historia legendaria, no documentada o poco conocida. En verdad, China es el país con más documentos históricos en el mundo, y tiene fuentes riquísimas de prácticamente toda su historia. Y como en Occidente, hay relatos que parecen sacados de una leyenda, pero que fueron documentados por los eruditos de la época.
Hoy hablaremos de uno de ello: DiGong y los 13 soldados de Sule.
DiGong y la Dinastía Han
En el primer siglo de nuestra era la dinastía Han, que había gobernado China por al menos 3 siglos, se encontraba en franca decadencia. El gobierno unificado se había roto (algo terrible para los estándares chinos) y pasarían varios años antes de que volviera a ser uno solo. Para entonces muchas de las conquistas chinas de la dinastía se habían perdido.
El Emperador Han Mingdi era consciente de esto, y cuando encontró información sobre los antiguos dominios de las regiones occidentales (hoy Xinjiang) decidió que era hora de retomar la antigua gloria de la Dinastía. Convirtió a DiGong, uno de sus mejores comandantes, en capitán de la fuerza expedicionaria, y en el año 74 d.C. partieron a Xinjong. Les tomaría un par de meses atravesar el desierto del Gobi para finalmente arribar a su destino.
Los reyes de los pequeños estados les dieron la bienvenida. Habían prosperado bajo el anterior dominio Han y sufrido con su caída, por lo que estaban dispuestos a aceptar de inmediato el dominio del Emperador y retomar su gobierno. Pero los nómadas Xiongnu, habitantes de las estepas, no estaban tan contentos y organizaron un poderoso ejército para detener a la Dinastía.
El ataque de los Xiongnu
Se trataba de al menos 20.000 guerreros, fuertemente armados y entrenados. China sabía que debía temer a los nómadas de las estepas, y tenía menos de una octava parte de sus tropas, por lo que DiGong tomó la decisión de retirarse.
Soldados de la Dinastía Han
Marcharon en la noche. Llegaron primero a Jinpu, de donde tuvieron que marcharse a Sule. Se trataba de una fortaleza fácil de defender, pero para entonces quedaban menos de 100 soldados. La situación era desesperada, pero DiGong se sentó con sus hombres y juntos tomaron una decisión: escapar era difícil, y si el invierno los encontraba en el Desierto sería el fin. Además, abandonar la fortaleza significaba abandonar a sus aliados de la zona, que serían masacrados por los Xiongnu. No: resistirían hasta el final, así fuese solo para demostrar a sus aliados que podían contar con ellos. Al menos, mientras estuvieran asediando Sula los Xiongnu no podrían atacar otras ciudades.
Llegó el invierno. Los nómadas, en control de la tierra, podían moverse con libertad en busca de nuevas pasturas, pero el alimento escaseaba en la fortaleza de Sule. Los soldados se vieron obligados a comerse el cuero de sus vestimentas.
DiGong tomó entonces una decisión arriesgada. Aceptó negociar con los Xiongnu y mató su embajador cuando entró a la ciudad (dando su carne como alimento a sus hombres), como venganza por su crueldad con las ciudades atacadas y como muestra de que la Dinastía Han no se rendiría, y que los soldados pelearían hasta el final. Los Xiongnu, por su parte, juraron entonces que matarían a cada uno de los soldados Han que allí se encontraban.
Lo que sobrevino después lo contaremos en un próximo capítulo.
Parte 2
Imágenes: 1: quora.com, 2: weaponsandwarfare.wordpress.com