En palabras del señor Liu, su trabajo exhibe los instintos animales e intenta adentrarse en la exploración humana y, sobre todo, adentrarse en la soledad y en el anonimato de millones de personas que, para muchos, parecen ni tan siquiera existir. Personalmente no sé si llegará a tal grado de profundidad sensorial, pero que visualmente es de lo más llamativo y sorprendente no se lo quita nadie. Su último trabajo se llama “Camuflaje”, título que no brilla mucho por su originalidad, y se subtitula “Lo que no se ha visto en una fotografía”.

Por el momento, sus trabajos se han expuesto en China, Estados Unidos y Francia, pero como parece que en las galerías de arte se lo rifan, es probable que esta lista de exposiciones aumente bastante en los próximos meses.

Antes de tomar las fotografías, y para comprobar que el camuflaje está bien hecho, Liu se queda durante un buen rato sin moverse, observando la reacción de los transeúntes, si nadie se da cuenta de su presencia significa que el trabajo es bueno, y es entonces cuando lo inmortaliza con fotografías.

Va mi aplauso para este peculiar artista, ya que innovar y sorprender en los tiempos que corren es algo que tan solo unos pocos consiguen. Por supuesto, no hay ningún tipo de edición en las fotos.