Esponja marina

De acuerdo con uno de los libros de la sabiduría hebrea, El Talmud, las mujeres para evitar el embarazo pueden utilizar una esponja de mar remojada en vinagre, luego introducirla en su órgano sexual. A muchas mujeres les parece demasiado desagradable. A varios hombres también.

Orinar donde lo hizo un lobo

Los orines de los lobos fueron utilizados como un modo de prevenir embarazos en el Medioevo. Tan pronto como la mujer culminaba el coito, debía buscar fuera de la casa el lugar donde había orinado un lobo e inclusive, realizaban cantos shamánicos mientras lo hacían y varios conjuros mágicos. Al parecer, funcionaba bastante bien.

Intestinos de cordero

Con este material se fabricaban los condones antiguamente. Eran como una especie de sacos con el que se vestía el miembro viril masculino.

Envenenarse

Algunas  mujeres de antaño, efectuaban una peligrosa práctica con la finalidad de no quedar embarazadas: ingerían una dosis de mercurio con plomo, especialmente en China. La cuestión era que no sólo los espermatozoides morían, sino que también muchas mujeres fallecieron por este extraño sistema anticonceptivo.

Estiércol de Cocodrilo

Combinaban la caca de caimán con miel de abejas, con el que se obtenía un tipo de amasijo que era introducido en la vagina y de ese modo, los egipcios más modernos de los faraones, prevenían la gestación.

Gases de Coca Cola

Un sistema muy particular y extraño. Consistía en agitar un refresco de Cola mezclado con bicarbonato de sodio y con la presión que se obtenía, se lanzaba el líquido gaseoso a los genitales femeninos, pretendiendo matar a los espermas.

Saltar bien alto

La historia cuenta que el griego Sorano de Éfeso, enseñaba a la población femenina que no quería tener hijos, a saltar lo más alto que pudieran luego de la relación sexual. Según él, lograría evitar la concepción.

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