En el mundo existen costumbres y tradiciones de las más exóticas y, en algunas ocasiones, extremas, como el caso de la escarificación o las modificaciones corporales.
Pero en Arabia Saudita existe una tradición que no se queda atrás, y lo que es más, en la que participan niños. Consiste en dispararse literalmente a los pies con jezails, un arma en ocasiones fabricada a mano y que son semejantes a una carabina.
Dicho acto se realiza para festejar graduaciones o bodas, para lo cual se llevan excursiones a las afueras de la ciudad de Taif. El acto se lleva a cabo por uno o más hombres, mismos que se paran en una alfombra y, de común acuerdo, comienzan a dispararse, a la vez que saltan para evitar salir heridos.
Sin embargo, en algunas ocasiones los más diestros empuñan un jezail en cada mano, lo que confiere al acto no sólo un mayor atractivo, sino también un riesgo mayor.
En algunas ocasiones es la misma persona la que se dispara, pero también puede dispararle algún compañero. En cualquier caso, el éxito consiste en una mezcla de habilidad y coordinación para saltar lo suficiente y no resultar herido por el fogonazo que sale de las armas.
Aunque la extraña tradición se hace con motivo de celebración, la misma sólo se lleva a cabo entre hombres y no acuden las mujeres.