Sociedades secretas
Algunos tienden a suponer que las Sociedades Secretas son un fenómeno relativamente moderno (extendiéndose, en el mejor de los casos, hasta la Edad Media). Sin embargo, muchos rituales místicos reservados únicamente a un selecto grupo de elegidos provienen en verdad de miles de años atrás. Desde la aparición de las primeras fuentes escritas chinas – allá en el milenio II a.C. – ya se menciona la existencia de sociedades campesinas secretas que habitaban en las montañas y servían al “Tao”. Solo unos pocos elegidos podían hacer parte de ellas.
Los Misterios Eleusinos son un ejemplo ligeramente más reciente, pero también mejor documentado, de estas sociedades secretas. Sus orígenes se desconocen, pero se calcula que aparecieron en los mismos tiempos en los que se organizó la civilización en la Grecia Micénica unos 3.500 años en el pasado: los ritos estaban asociados a la celebración de la llegada de la Primavera y, por lo tanto, del retorno de la vida a los campos.
La leyenda de Perséfone
De acuerdo con la tradición griega, Perséfone, hija de Deméter, fue secuestrada por Hades, señor del Inframundo. Deméter, angustiada por el destino de su hija, decidió dejar todo para ir a buscarla. Pero al ser la diosa y señora de la fertilidad y la vida (y por lo tanto la agricultura) su partida dejó al mundo vacío. Fue la llegada del primer invierno.
Al final, la presión de Deméter sobre los primeros hombres forzó a Zeus a responder a sus súplicas y permitió el regreso de Perséfone. Pero como Hades la había engañado – haciendo que comiera 4 semillas de granada – Perséfone estaba condenada a retornar al Inframundo. Al final se consiguió un acuerdo por el que la hija de Deméter pasaría un tercio del año bajo tierra (el invierno) y dos tercios en la superficie: Deméter, en ausencia de su hija, solía perder el entusiasmo y descuidar el cuidado de la Tierra, por lo que acaecía el invierno; en cambio, cuando Perséfone llegaba era la época de primavera y verano (los griegos no tenían otoño, lo cual tiene sentido en el apacible clima mediterráneo).
Así mismo, durante su búsqueda Deméter brindó a Triptólemo las artes de la agricultura; él, a su vez, las enseñaría a los griegos. Así, los misterios eleusinos estarían asociados con el nacimiento mismo de la civilización y podrían ser más antiguos de lo que creemos.
Misterios Eleusinos
Los misterios en cuestión se celebraban dos veces al año (misterios “mayores” y “menores”), en abril y septiembre respectivamente. Consistían en una serie de ritos que se mostraban solo a los iniciados en los que los sacerdotes agradecían a Deméter y Perséfone por la llegada de la primavera y pedían que el invierno no fuera demasiado cruento.
Lo interesante de estos misterios es que, como su nombre lo indica, no eran revelados a cualquiera. Solo un selecto grupo de individuos estaba autorizado para conocer la profundidad de los ritos y conocer los secretos y los tesoros que se ocultaban en el templo sagrado.
De acuerdo con la tradición, los Misterios Eleusionos incluían una parte pública y una privada. Gran parte de esta última ocurría en el Anaktoron (“Palacio”), en el que sólo el Hierofante estaba autorizado para entrar. Era allí que se mantenían los objetos sagrados cuya naturaleza no conocemos (y seguramente jamás conoceremos), ya que pese a durar por dos milenios nunca uno de los iniciados reveló la verdad… o si lo hizo, fue acallado y ejecutado prontamente.
Los Misterios Eleusinos se convirtieron, con el paso del tiempo, en un asunto de importancia regional, y ciudadanos de todos los lugares de la Magna Grecia venían a participar de ellos (bueno, de la parte pública). Y como muchas tradiciones del mundo antiguo, los Misterios perecerían en el año 392 d.C. cuando el Emperador Teodosio prohibió todas las manifestaciones paganas en el Imperio. Junto con los Olímpicos, los Misterios Eleusinos – herencia de una tradición milenaria del mundo antiguo – desaparecieron para siempre de la Historia.
Imágenes: 1: poguemahone.es, 2: encrucijadapagana.org