Un misterio subterráneo
El año 2014 fue el protagonista de uno de los misterios más recientes con los que ha tenido que enfrentarse la Ciencia, cuando en una región de Siberia, conocida como “el fin del mundo” comenzaron a aparecer en la tierra una serie de enormes cráteres, para los que ningún científico tenía una explicación.
Según una nota publicada por la agencia de noticias Russia Today, el primer cráter fue descubierto a principios de julio, por un grupo de pilotos de una empresa petrolera, quienes sobrevolaban la Península de Yamal, en Siberia occidental, cuando pudieron ver el inmenso agujero en la tierra, el cual registraron en un vídeo, donde se podía ver las dimensiones del cráter, al cual –según los experimentados pilotos- podían descender “unos cuantos Mi-8, sin miedo a chocar contra algo».
Seguidamente, el 10 de julio, el vídeo fue publicado en Internet, donde causó una verdadera revolución, convirtiéndose en un fenómeno viral, rápidamente. Las teorías no se hicieron esperar, siendo las más populares las relacionadas con bases extraterrestres y meteoritos. No obstante, cuando los científicos no habían terminado de estudiar el cráter de Yamal, apareció otro agujero en la tierra, ubicado a unos 350 kilómetros del primero.
El segundo cráter, de unos 15 metros de diámetro, también reveló tierra a su alrededor, procedente del centro del agujero y un borde oscurecido, que para los científicos demostraba que existía un factor térmico en contacto con la tierra, es decir, que ambos cráteres eran producto de explosiones, que -según los científicos- estarían producidas por el gas metano atrapado en la corteza terrestre, ya que, la zona es altamente rica en este recurso.
Un peligro para los habitantes
¿Pero qué estaba produciendo las explosiones? Era una pregunta que debía ser respondida rápidamente, pues estas habían sucedido a muy pocos kilómetros de zonas pobladas, y los científicos estaban en contra reloj para averiguar qué sucedía y tratar de prevenir o saber dónde se produciría la próxima, pues nada podía asegurar que no pasara en una región habitada.
No obstante, la investigación sumó más descubrimientos. En total, durante julio de 2014 y los primeros meses de 2015, los científicos habían encontrado, en la región siberiana conocida como “el fin del mundo”, un total de siete cráteres gigantes, cuyo origen además parecía no estar relacionado ni con extraterrestres, meteoritos ni explosiones controladas, sino nada más y nada menos que con otra consecuencia palpable del calentamiento global y el cambio climático.
De acuerdo a una nota publicada por el diario británico The Guardian, los científicos rusos afirmaron que los cráteres son producto de explosiones de gas metano, que ocurren cuando la capa de hielo subterráneo se derrite –como producto del aumento en la temperatura del planeta- haciendo que el gas se libere y se acumule debajo de la corteza terrestre, causando gran presión en el fluido, lo cual ocasiona que éste explote y haga que la tierra salga expedida hacia el aire, causando el enorme agujero en la corteza terrestre.
Al parecer, el calentamiento global no sólo está provocando el deshielo de los glaciares, sino que también afecta el hielo subterráneo, causando consecuencias impredecibles y de gran magnitud, como los inmensos cráteres de más de 15 metros de diámetro que aparecieron en Siberia, y que son literalmente una bomba de tiempo sobre la que caminan sus habitantes, quienes –a la luz de estas afirmaciones científicas- no saben si el próximo lugar donde aparecerá un inmenso agujero es su poblado.
Por tu parte, cuéntanos qué opinas sobre estos cráteres del fin del mundo, y si tienes alguna teoría sobre ellos o cómo evitarlos, compártela con nosotros.
Fuente de imágenes: actualidad.rt.com