Buzo de cuevas submarinas

Para el campo científico, este trabajo ha resultado sumamente importante y provechoso. Uno de estos buzos debe ir muy bien equipado con las herramientas pertinentes, con el fin de evitar un accidente, ya que se debe sumergir a grandes profundidades. Quien se atreva a dedicarse a esta actividad, se enfrenta a peligros como quedar sin oxígeno, extraviarse, agotarse alarmantemente, pudiendo ser letal.

Mantenimiento de torres de comunicación

Los sujetos que se emplean en este oficio, son admirados porque deben escalar postes y antenas de más de 57 metros de altura, valiéndose de un sencillo arnés. Sólo personas con espíritus de héroes podrían enfrentar a diario peligros como el alto riesgo de caída, electrocutarse, someterse a altas temperaturas, exposición a químicos contaminantes, al igual que la fuerte radiación.

Astronauta

La mayoría deben ser científicos muy bien seleccionados, puesto que los asuntos en el espacio exterior resultan altamente delicados y no cualquier persona podría salir de la atmósfera terrestre y soportar los diferentes rigores del clima y gravitatorios. El personal requiere un estado óptimo tanto físico, como mental. Los puede afectar gravemente los rayos cósmicos,  la ausencia prolongada de gravedad, algunas partículas extrañas capaces de modificar el ADN, cáncer y serias mutaciones genéticas. Muchos aguerridos astronautas han terminado con serios problemas visuales como las cataratas, por haber divisado el sol en el espacio.

Minero de carbón

Muchos mueren en graves derrumbes de tierra, por lo que se necesitan hombres con alto valor y conocimientos en minería. Pero los peligros son más, como las factibles fugas de sulfuro de carbono, al igual que otros gases que pueden ser letales y dañinos. De hecho, los gases son uno de los mayores enemigos, ya que al acumularse ocasionan fuertes explosiones, o el minero podría inhalar grandes cantidades de sulfuro de hidrógeno que lo mataría inevitablemente. Por si fuera poco, las inundaciones representan otra amenaza relevante.

Científico de veneno

No es una profesión común, pero sí muy peligrosa. Quienes se dedican a ello, deben especializarse en extraer el veneno de las serpientes, para luego examinarlo; pero se necesitan varias muestras y por ende más víboras, lo cual aumenta el nivel de riesgo, que implican dolorosas picaduras, insuficiencias renales crónicas, entre otros.

Cazadores de tormentas

Por lo general, son personas aficionadas a la adrenalina que producen las tormentas, los tornados, huracanes y esa clase de fenómenos climáticos. Fuertes rayos implacables amenazan la vida de los osados, a la vez que toda clase de objetos que las potentes corrientes de aire arrojan a gran velocidad, entre otra serie de numerosos peligros.

Escuadrón antibombas

El coraje y el valor deben ser de hierro, pues se debe estar dispuesto a todo para lograr desactivar un artefacto explosivo,  autoría de algún atentado terrorista. Las posibilidades de no salir con vida son bastante altas.

Domador de animales salvajes

No cualquier persona tiene la magia de domar a las bestias y adiestrarlas. Todo el tiempo en su área de trabajo, se encuentra en un significativo peligro, ya que estos animales suelen ser impredecibles.

Imagen: wikipedia.org