Mística o pragmática
De acuerdo con las creencias en el Antiguo Sumer, los dioses influenciaban todos los aspectos de la vida de los seres humanos: las causas y efectos de una enfermedad en la vida de una persona no tenían una explicación lógica, sino que se apoyaban en el origen sobrenatural. Debido a esto, en la cultura mesopotámica existía dos tipos de médicos: por una parte los Asu, que eran aquellos que se apoyaban en la magia, por otro lado, existían los Asípu, los cuales trataban de forma empírica la enfermedad.
Como dijimos antes, la enfermedad era considerada como algo sobrenatural: ambos tipos de médicos para diagnosticarla averiguaban cual era el pecado que había cometido el paciente y para lograr una pronta mejoría, el enfermo debía confesar su crimen y someterse al tratamiento adecuado. Cabe aclarar que aun si la persona seguía al pie de la letra ‘la formula’ para curar su mal, eso no era suficiente para garantizar su mejoría.
Curación divina
El destino de la salud de las personas quedaba en manos de los mismos dioses, quienes podían decidir si el individuo mejoraba o fallecía. Tristemente, para los pobres la situación era otra, pues al no poder acceder a los tratamientos médicos fallecían y en algunas ocasiones las causas de sus males eran instituciones del mismo gobierno que los tenían subyugados por alguna deuda.
Sin embargo, los doctores no se veían libres de alguna responsabilidad: cuando hacían alguna operación y el paciente fallecía o quedaba con alguna secuela, el galeno era condenado a perder una mano. Algo irónico, teniendo en cuenta que en aquellos tiempos estaba prohibida la disección de cadáveres como forma de estudio. La mezcla del miedo a ver ofendido un dios y no poder acceder al sistema de salud de la época hacía la situación muy difícil, aunque como curiosidad final hay que dejar en claro que los tratamientos médicos no eran tan efectivos: para el segundo milenio antes de cristo, la peste devastó toda la región, al igual que el tifus y la viruela.
Fuentes:
- https://www.cardenashistoriamedicina.net/capitulos/es-cap2-2.htm
Imagen: ancientpages.com