El Pensante

Lugares infernales: el Castillo Houska

Historia - febrero 12, 2018

Imagen 1. Lugares infernales: el Castillo Houska

El castillo que alberga la puerta al infierno

Ubicado en la República Checa, al norte de Praga, el Castillo Houska posee características arquitectónicas que lo hacen digno de mucha atención, y para conocerlo a fondo es necesario remontarnos a la época de construcción. Para el siglo XIII, quizá por orden de Otakar II de Bohemia (perteneciente a la dinastía Hohenstaufen y fundador de varias ciudades de Bohemia, Moravia y Silesia, sino también en Austria y Estiria) fue que se designó ese asentamiento como nueva sede para que el estado real trabajara desde ahí.

A través de los años, el castillo pasó por distintos dueños. Nadie entendía que era lo que hacía tan atrayente esa edificación, no estaba en la mejor zona, no quedaba en punto fronterizo o estratégico militarmente ni se encontraba cerca de recursos importantes para proteger como el agua.

Antes de un castillo hubo una fortificación

Se tienen registros que durante el Siglo IX, según indica Václav Hájek (cronista y escritor checo) en su Crónica Checa en 1541, de que en aquellos terrenos existió un fuerte de madera. En este fuerte, según la Crónica, los lugareños contaban que en una parte de la piedra caliza que rodeaba la edificación había una grieta enorme y que de ahí surgían criaturas monstruosas: con alas demoniacas y partes de animal.

En las noches, esos seres atormentaban el ganado o a cualquier persona que se apareciera en ese sitio. La gente desesperada intentaba cerrar la grieta pero al parecer todo con lo que intentaban tapar ese hoyo era absorbido. Fue tan grande el temor de los que vivían por ahí, que creyeron que ese agujero era una puerta al infierno y así fue como la comenzaron a llamar.

Un noble, líder de la región, ansioso con terminar los rumores de la puerta del infierno, le ofreció a varios prisioneros el perdón absoluto si bajaban por el agujero y contaban lo que habían visto. El experimento fue fatal: cuando el primer prisionero había bajado varios metros comenzó a proferir gritos enloquecedores, y cuando lo subieron la gente que se encontraba en el lugar, quedó estupefacta al ver como el cabello del reo se había vuelto totalmente blanco.

Imagen 2. Lugares infernales: el Castillo Houska

Un castillo dedicado al comandante de Dios

Para los años entre 1270 y 1280 se llevó a cabo la edificación del castillo, el sistema de defensa está dirigido hacia el interior, no hay modo de llegar al primer piso ya que no hay escaleras y muchas de las ventanas que se observan están como simple adorno, ya que no hay ninguna habitación detrás de estas.

La parte donde se encontraba la puerta del infierno fue cubierta con planchas de piedra levantando la capilla sobre el sitio: allí se colocaron distintas pinturas del arcángel San Miguel, un ser que según las tradiciones cristianas se enfrentó al demonio y salió triunfante.

Sin embargo, también se pueden observar otras pinturas macabras como la de criaturas endemoniadas: una muy peculiar es la de un centauro femenino tensando un arco en la mano izquierda, algo raro para esas fechas debido a que los centauros eran criaturas paganas y ser zurdo, según la cultura del medievo era señal de ser aliado de satán.

Unos invitados muy ilustres

Como se mencionó a principio del texto, en lo que lleva en pie el Castillo ha contado con huéspedes bastante interesantes. Durante la Guerra de 30 años Houska estuvo vacío, pero fue ocupado rápidamente por un líder sueco de una banda de ladrones llamado Oronto. Se decía que este convicto era practicante de magia negra, pero aún así fue dado de baja por dos cazadores de la zona que encontraban frustrados por los experimentos atroces de Oronto.

En el año de 1836, el poeta Karel Hynek Mácha pasó una noche en el castillo y después escribió una carta a su amigo Edward Hindle, en la misiva le narraba  que durante toda la noche había tenido pesadillas en donde descendía por el hoyo y la maldad lo alcanzaba.

Imagen 3. Lugares infernales: el Castillo Houska

Ya en pleno siglo XX, durante la Segunda Guerra Mundial, los Nazis habitaron ese castillo, se dice que más que como refugio y punto militar, usaron Houska como sede para prácticas ocultistas aprovechando las energías que posee el sitio. Recordemos, como lo vimos en el artículo De Monstruos, Dioses y Demonios, que los nazis tenían una fascinación con las fuerzas ocultas y las sociedades secretas. Acabada la guerra, cuando fueron a revisar el edificio hallaron cadáveres de varios soldados ejecutados.

Houska sigue siendo un misterio para quienes lo visitan, y los avistamientos de demonios son reportados cada año: mujeres con trajes antiguos que se pasean por los pasillos, perros de tres cabezas que asustan por los alrededores o un caballo sin cabeza que recorre los bosques; los secretos que alberga esta edificación han tratado de ser revelados  por una gran variedad de investigadores paranormales, nadie ha podido dar con una respuesta concreta.

Según la conclusión a la que han llegado muchos, es que Houska fue construido siguiendo el patrón de Geometría Sagrada, es decir, siguieron un conjunto de figuras geométricas que tienen como base lo matemático y sagrado, tal vez para contener una posible puerta al infierno.

Fuentes:

  1. https://muchomiedoyterror.wordpress.com/2013/06/30/el-castillo-houska-o-la-puerta-al-infierno/

Imágenes: 1 y 2: abmp-investigaciones.blogspot.com.co, 3: muchomiedoyterror.wordpress.com