Sin embargo, este crecimiento sin precedentes ha tenido un precio: la destrucción de los otrora productivos ecosistemas chinos. Desde los grandes ríos Amarillo y Azul hasta los bosques de bambú de las montañas, todo parece caer ante el hacha omnipotente de la modernidad.

Un macabro recordatorio lo sufrieron los habitantes de la región oriental de Anhui, puntualmente en dos lagos contiguos a la ciudad de Wuhu, donde la semana pasada aparecieron muertos miles (quizás millones) de peces. Los dos lagos eran una fuente importante de recursos para los habitantes de la región, que afirman que la mortandad les costará a ellos y a sus familias millones de dólares.

Las causas de la mortandad

Parece ser que la contaminación no se presentó por vertimientos irresponsables, sino por una inundación que recogió materiales tóxicos en la cuenca alta de los ríos que alimentan estos espejos de agua y los llevó a los dos lagos. Por ahora, las autoridades no pueden hacer nada más que esperar y confiar en que la catástrofe pase pronto. Los habitantes de la región también están preocupados por la calidad del agua que llega a sus viviendas.

De acuerdo con varios pescadores, desde hace más de 3 semanas se sabía que algo malo estaba pasando en las aguas del lago. Todo comenzó con un cambio en el olor del agua, seguido de un cambio en el comportamiento de los peces que parecían estar más y más lentos, como aletargados. Eventualmente, las aguas se pusieron turbias, pero los pescadores pensaron que se debía al limo normal de las crecidas… hasta que los peces comenzaron a morir.

No se sabe quién o qué causó la muerte, pero se sabe que puede ser un indicador de peores cosas por venir. Los ecosistemas chinos podrían dejar de funcionar, y entonces el gigante estaría condenado a caer.

¿Crees que esto sucederá en China? ¿Y en el mundo?

Fuente de imagen: i.huffpost.com