Buscando vida
Uno de los principales intereses de la comunidad científica en la actualidad es encontrar vida en otro planeta.
Hemos hablado de ello varias veces en este portal. El objetivo es encontrar un sistema solar lo suficientemente cercano para detectar los planetas, y analizar la atmósfera de estos planetas para determinar si en alguno de ellos hay oxígeno… o agua.
El oxígeno se busca como la prueba más clara de vida. En estado puro (como O2, oxígeno ordinario, u O3, ozono) es un material altamente reactivo, que básicamente reacciona con cualquier elemento o compuesto que se encuentre por allí. Por esta razón, nunca hay oxígeno en una atmósfera a menos que se produzca de manera regular (como en la terrestre, que lo producen las plantas). Y por esta razón es una garantía casi segura de que en un planeta hay vida.
Pero también buscamos agua, en este caso porque si bien no es garantía, sí es un requisito si aspiramos a encontrar vida tal y como la conocemos. Este tipo de vida (podría haber otros) requiere un medio de intercambio de compuestos en el que éstos sean solubles, y por ahora el agua es la mejor candidata que tenemos.
Ahora, en términos empíricos no hemos encontrado agua. Los pocos planetas que hemos podido analizar se encuentran en órbitas muy cercanas a estrellas enanas, lo que significa que están sujetos a fuerzas tremendas que dificultan mantener una atmósfera. Pero también hemos detectado otros planetas, en estrellas más grandes, que no hemos podido analizar. Y muchos de estos planetas tienen un patrón particular: tienen un radio cercano a 1.5 veces el terrestre, o uno cercano a 2.5 veces el terrestre.
El modelo
Claro, un par de planetas con estos radios específicos no tenía nada de raro (a fin de cuentas hemos encontrado más de 4000) pero que un gran número se concentren en estos tamaños, bueno, eso es cuanto menos peculiar.
Y notando eso fue que varios científicos comenzaron a trabajar en un modelo matemático que pudiese explicar estos ratios. Las conclusiones, publicadas en la Conferencia Goldschmidt, parecen indicar que muchos de estos planetas estarían llenos de agua.
Los resultados indicaron que posiblemente los planetas ligeramente más grandes que la Tierra (1.5 veces la masa) tienen cuanto menos la misma cantidad de agua que nuestro planeta. Entretanto, al menos un 32% de los más grandes (2.5 veces la masa) tendrían cantidades impresionantes de agua, correspondiéndose con los que mencionábamos en el artículo Planetas Oceánicos Estos planetas tendrían hasta un 50% de su masa en agua (comparado con un 0,02% de la Tierra) y estarían cubiertos por gigantescos océanos rodeados de densas atmósferas de vapor de agua.
Ahora, las condiciones en la superficie de estos planetas, debido al fuerte efecto invernadero del vapor de agua, rondarían los 200 a 500 °C, por lo que habría que descender bastante en el océano para alcanzar temperaturas a las que los seres humanos nos sentiríamos cómodos.
En cualquier caso, los astrónomos están esperando a que entre en funcionamiento la nueva generación de satélites, pues ellos nos permitirán analizar la composición química de estas atmósferas directamente.
Bibliografía: - https://www.sciencedaily.com/releases/2018/08/180818115758.htm
Imágenes: 1: .sciencedaily.com, 2: moddb.com