Y, curiosamente, de todos los planetas que han sido hallados y todos los sistemas investigados el más prometedor es también el que más cerca está de la Tierra: Próxima B.

Hace unos dos años hablamos en este portal del descubrimiento, realizado casi por azar por científicos españoles. En el artículo Próxima B mencionamos las características generales del planeta: su órbita en torno a una enana roja que hace que esté mucho más cerca de su estrella que lo que la Tierra está del Sol, su tamaño muy semejante al terrestre… y el hecho de que sea el planeta más parecido a la Tierra y simultáneamente el que más cerca se encuentra de ella.

Pues bien, un reciente estudio reveló que según la información de que disponemos lo más probable es que grandes océanos existan en la superficie de este planeta.

Modelos planetarios

Es importante aclarar que en este momento los telescopios de que disponemos no tiene la capacidad para observar directamente el planeta ni analizar su superficie o composición atmosférica. Existen varios telescopios en construcción que deberían ser capaces de realizar esto en algunos años, pero por ahora tenemos que basarnos en la información de que disponemos acá en la Tierra.

Los estudios que se realizan, entonces, utilizan información relativa a la radiación de la estrella (la cual conocemos), el impacto del sistema gravitacional (fáciles de calcular) y una composición atmosférica que, suponemos, de ser semejante a la de planetas de tamaños parecidos como el nuestro o como Venus.

El modelo de Próxima B

Así, utilizando información disponible en nuestro vecindario espacial, un grupo de científicos publicó recientemente un artículo en la revista Astrobiology en el que aseguran que Próxima B posiblemente tiene agua en su superficie.

Hasta el momento eso no se creía muy probable. Como Próxima B se encuentra tan cerca de su estrella sabemos que debe haber un fuerte efecto de mareas, semejante al que ejerce la Tierra sobre la Luna. Esto significaría que el planeta siempre mostraría la misma cara a la estrella llevando a que la mitad de su territorio estuviese ardiente y la otra mitad congelada en perpetua oscuridad.

Sin embargo, los modelos encontraron que un océano ubicado en las dos partes podría transportar calor de un hemisferio al otro lo suficientemente rápido para evitar la evaporación de lado iluminado y la congelación de lado oscuro. Algo semejante ocurre en la Tierra (aunque a menor escala) cuando la Corriente del Golfo (entre otras) lleva calor del Ecuador al hemisferio norte.

Este estudio incrementa nuestras esperanzas de encontrar vida en este planeta y, aún si no la hay, nos permite pensar en un hipotético futuro en el que colonias humanas sobrevivan en la franja crepuscular de este planeta. Y al estar tan cerca de la Tierra, una misión no tripulada es enteramente viable en el trascurso de nuestra generación.

Fuentes:

1. https://www.abc.es/ciencia/abci-nuevo-estudio-afirma-proxima-altamente-habitable-201809130933_noticia.html

Imágenes: 1: clarin.com, 2: inhabitat.com