De los libros peculiares
Ya hablamos aquí del célebre Códex Seraphinianus, aquel libro escrito, según su autor, con el objeto de no tener significado alguno y que sin embargo ha fascinado por décadas a los lectores interesados en comprender algo que podría no ser comprensible, podría no tener significado alguno o podría guardar secretos que sólo algunos deben conocer.
Hoy veremos aquí el caso del libro Oera Linda, un polémico texto cuyas primeras ediciones conocemos apenas en el siglo XIX pero que está escrito en un antiguo sistema de runas germánicas y que parece contar una historia del mundo que, hasta ahora, nos era desconocida. Veamos:
La aparición del Oera Linda
Las primeras ediciones que conocemos del texto aparecieron hacia mediados de los 1860’s. Se trataba de un supuesto manuscrito heredado por Cornelis Over de Linden que según el hombre había hecho parte del archivo de su abuelo y, por lo tanto, tenía al menos medio siglo de antigüedad.
De Linden entregó el manuscrito en 1872 a Jan Gerhardus Ottema, un miembro prominente de la Sociedad Frisia para la Historia y la Cultura, quien de inmediato comenzó su traducción al holandés. Pronto se crearían las versiones en inglés y alemán, las cuales tendría mucha influencia en los acontecimientos que estaban todavía por suceder.
El libro, como mencioné antes, no estaba escrito en ninguna lengua moderna, sino en Frisio Antiguo, un idioma olvidado que se habló en regiones de la costa norte alemana entre los siglos VIII y XVI. Dicho lenguaje había constituido su propio sistema de escritura basándose en las célebres runas que tanto poder, se dice, tuvieron en el destino de los antiguos reinos del norte. Sin embargo, y contrario a lo que afirman algunas fuentes, la lengua era bien conocida y la traducción no fue particularmente difícil.
Los contenidos del libro
Si hemos de creerle, el manuscrito del Oera Linda habría sido escrito en el año 1256 y sería la copia de textos más antiguos que bien podrían remontar a los tiempos de Cristo. En sus páginas se narran sucesos que habrían sucedido entre los años 2914 a. C. y 803 a. C., es decir, en los tiempos de las leyendas nórdicas en las que los gigantes vagaban por el mundo. Y sus relatos son, cuanto menos, bastante interesante.
De acuerdo con el libro, la Historia de Europa – junto con la de otras regiones – habría estado presidida por milenios por una serie de sacerdotisas célibes encargadas del culto a la diosa Friya, hija del Dios Supremo Wr-alda y de Irtha, Diosa Madre de la Tierra. Su civilización Frisia habría tenido un desarrollo considerable e, incluso, un alfabeto que habría sido el predecesor de los alfabetos fenicio y griego.
Algunas evidencias del libro le apuntan a lo que podría ser una “Atlántida” perdida, solo que en este caso en otro lugar y posiblemente entre Noruega y las Islas Shetland. En general, todo le apunta a una posible sociedad perdida que habría sido la predecesora de las civilizaciones del norte de Europa.
En total el libro consta de 5 capítulos: Las Cartas; Libro de los Seguidores de Adela; Escrituras de Adelbrost y Apollonia; Escrituras de Frethorik y Wiliow; Escrituras de Konered y Escrituras de Beden. Los dos últimos libros están inconclusos.
Los nazis y la “Biblia de Himmler”
Por sus aires fantásticos y las contradicciones con lo que se sabe del desarrollo de la civilización en Europa la mayor parte de los académicos rechaza la legitimidad del manuscrito y afirma que no se trata de un documento del siglo XIII, sino de una falsificación del siglo XIX. El debate sobre el asunto ha sido largo y enconado y no es mi intención replicarlo aquí tanto como hablar sobre su tremenda influencia en los movimientos supremacistas raciales europeos y, en particular, en el nazismo.
Se dice que el Oera Linda fascinó desde un principio a Himmler, que pronto lo convirtió en un libro base para el desarrollo de la ideología nazi. Esto sería impulsado por la publicación por parte de Herman Wirth, un renombrado filólogo, de una traducción que sería bautizada como “la Biblia Nórdica” (de título Die Ura Linda Chronik). Pronto un enconado debate surgió entre quienes, como Wirth, consideraban legítimo el manuscrito y quienes lo consideraban una farsa.
Aunque originalmente igualado, el debate quedó a favor de los escépticos gracias, en particular, a la participación de Arthur Hübner, uno de los “germanistas” más renombrados de su generación cuya autoridad en el tema destruyó completamente los argumentos del grupo de Wirth. Himmler, entonces, se convenció de que la Academia no comprendía la grandeza del documento ante sus ojos y decidió dirigirse a lugares más profundos. Más oscuros. Más ocultos.
Fue entonces cuando comenzó la relación entre los nazis y el ocultismo que a la postre llevaría a la fundación de Ahnenerbe, la célebre sociedad secreta nacionalsocialista sobre la que ya hemos hablado en este portal.
No sé si Oera Linda es un documento original o una falsificación. Tampoco sé si los hechos que relata son verídicos de manera parcial o total o son una completa ficción. Pero lo que sí sé es que esta obra nos pone ante un mundo desconocido, ante la magia de lo que no sabemos. De ser original, sería una fuente invaluable, pero incluso si no lo fuera fue dueña de los destinos del mundo por un breve momento. La fuerza de Oera Linda hizo temblar los cimientos del mundo.
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