Algo de lo que más nos avergonzamos, es de las flatulencias. Quizá cuando se sale un gas en medio de una reunión, en una clase o lo que es peor, en un encuentro romántico con la pareja. La cosa se agrava si llegase a ser oloroso, además de sonoro. Pero lo que casi nadie imagina, es que “oler flatulencias es bueno para la salud”.
Los pedos olorosos podrían curar varias enfermedades
Así lo afirmó un estudio realizado por la “Universidad de Exeter”, basándose en que el sulfuro de hidrógeno en ciertas dosis, podría ayudar a curar enfermedades. Esa composición química se haya precisamente, en las ventosidades y de tal manera, que olfatearlas con este propósito, según los científicos del estudio, contribuiría a evitar el cáncer y problemas cerebrovasculares y enfermedades mentales.
Los gases que expulsa el cuerpo humano, de forma natural, se procesan en los intestinos, producto de un proceso de descomposición a cargo de unas bacterias que se encargan de descomponer las comidas, produciendo el sulfuro de hidrógeno, aunque éste resulta tóxico en altas dosis.
Los científicos se percataron de que en el instante en el que las células afrontan un estado estresante, procuran generar atracción hacia las enzimas, para de ese modo, poder producir un poco de sulfuro de hidrógeno o de lo contrario, podrían llegar a la muerte.
Basados en estas observaciones, los expertos desarrollaron un compuesto denominado AP39, mismo que ayudaría a reversar los daños en las mitocondrias, lo cual según ellos, resulta muy importante a la hora de enfrentar problemas de salud, tales como un derrame cerebral, problemas cardiacos, demencia, diabetes, artritis y el envejecimiento como tal.
A pesar de que el sulfuro de hidrógeno es conocido como un maloliente gas que huele a huevos podridos y flatulencia, se produce naturalmente en el cuerpo y podría, de hecho, ser un héroe de la salud con importantes consecuencias para futuras terapias para una variedad de enfermedades», aseveró el doctor Mark Wood, uno de los investigadores del asunto.
El olor podría no ser curativo pero sí preventivo
Como secuencia o corolario, se puede decir que oler los pedos de otras personas, mas no los propios, resulta muy benéfico para la salud, teniendo en cuenta este postulado. Pero hay un buen grupo de estudiosos que se oponen a esta idea, argumentando que, si bien es cierto que el sulfuro de hidrógeno es generado por las enzimas, no produce el mismo efecto que éste tiene sobre la célula de manera natural, como oler pedos de otras personas ni olfatear huevos podridos e inclusive, esto no conlleva a absolutamente nada más que pasar un mal momento.
En tal efecto, única y exclusivamente, los procesos internos de las células, son los que pueden asegurar la curación de los problemas cardiacos y las enfermedades ya mencionadas. Lo que sí se ha confirmado con plena certeza, es que a través del tipo de olor que conlleven los gases de una persona, es posible identificar algunas patologías como la inflamación del intestino, cáncer de colon y otra serie de anomalías gastrointestinales.
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