Quizás lo más conveniente, antes de entrar a explicar qué usos o aplicaciones pueden darse en referencia a la Estadística, sea revisar de forma breve la propia definición de esta disciplina, a fin de entender cada uno de estos propósitos, dentro de su contexto teórico preciso.
Definición de Estadística
En este sentido, se puede comenzar por definir a la Estadística como una Ciencia, cuya principal materia de estudio son los datos y muestras, extraídos de una población específica, y que permiten entender el comportamiento de esta sobre un asunto específico. Por consiguiente, la Estadística buscará, en base a esos datos, establecer cómo estos se relacionan, así también como la frecuencia en que estos se presentan, persiguiendo entonces entender el comportamiento de dicha población estudiada con respecto a un fenómeno dado. Igualmente, las distintas fuentes teóricas señalan que la Estadística puede ser asumida como una herramienta científica, al servicio de otras disciplinas como las Matemáticas, la Química, la Física e incluso de algunas Ciencias Sociales.
¿Para qué sirve la Estadística?
Quizás esta pregunta deba ser respondida de forma general, es decir, más allá de las aplicaciones puntuales en las cuales pueden emplear a la Estadísticas las otras Ciencias. Al respecto, las distintas fuentes teóricas han señalado que entre los usos o funciones de la Estadística se pueden distinguir los siguientes:
Obtener datos cuantitativos
Es probable que uno de los usos de mayor importancia de la Estadística sea la capacidad de convertir en datos cuantitativos el comportamiento de la muestra establecida, bien si esta se encuentra conformada por un grupo humano, animal, objetos, procesos o incluso por datos, permitiendo entonces conocer –más allá de los aspectos cualitativos de una población- el saber cómo se distribuyen numéricamente los fenómenos estudiados o provocados en ella.
Conocer la frecuencia de un fenómeno
Otro de los usos o propósitos más importantes de la Estadística es aquel que va dirigido a estudiar y determinar la frecuencia en la que un fenómeno específico –bien si éste se da de forma natural o se estimula para el estudio- ocurre en una población, lo cual a su vez ayudará también, una vez establecida la frecuencia en la que ocurre dicho fenómeno, a estudiar el comportamiento de la población ante este evento específico, pudiendo conocer entonces si los efectos son positivos, negativos, o si ocurre algo antes o después del fenómeno.
Predecir el comportamiento de una población
Así mismo, al tiempo que la Estadística, a través de la recolección y análisis de datos, es capaz de determinar la frecuencia en la que determinado fenómeno se cumple, así como obtener datos sobre la reacción de la población estudiada frente a él, en esa misma medida puede también, a través de la frecuencia y comportamientos observados, hacer predicciones sobre la forma de actuar una población específica ante un evento. Por consiguiente, la Estadística se convierte en una herramienta científica de gran importancia a la hora de estudiar, conocer y entender una población.
Tomar decisiones
Por último, la Estadística, gracias a su capacidad de establecer muestras de población, entender la frecuencia en la que un fenómeno ocurre, los datos cuantitativos relacionados con el evento, así también como la forma en que la población estudiada reacciona o reaccionaría ante éste, permite –a quien así lo desee- tomar decisiones en cuanto a la población estudiada, bien a la hora de ofrecer productos, elaborar proyectos que la tomen en cuenta, iniciar procesos para lo que se necesite determinada actitud, entre otras cosas. En consecuencia, la Estadística permite conocer el comportamiento de la población que se estudia, permitiendo hacer proyecciones en base a ella, y por ende tomar decisiones al respecto, situación que en el mundo actual es ampliamente aprovechada por la Publicidad, la Política y las Instituciones con competencia social, entre otros.
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