El potencial de la inteligencia del delfín
De todas las inteligencias en la tierra, seguramente la de los cetáceos sea – aparte de la nuestra – la más desarrollada. Analizando la relación entre el tamaño de los delfines y su cerebro, algunos científicos consideran que estos animales son al menos tan inteligentes como nosotros.
Existen razones para creer que esta es, efectivamente, la realidad. Los delfines tienen grandes habilidades lógicas, han desarrollado un sistema social muy específico y realizan actividades como el juego y la interacción con otras especies que caracterizan a los animales inteligentes. Además, no cabe duda de que sus chasquidos y sonidos representan un verdadero lenguaje, que aunque no podamos comprender podría ser casi tan complejo como el nuestro.
La razón por la cual no existe una “civilización” de delfines (o cetáceos en general) es sencilla: al contrario que nosotros, sus cuerpos hidrodinámicos no están pensados para manipular objetos, sino solo para moverse en el agua, por lo que estos animales sencillamente son incapaces de superar sus barreras naturales, al menos, del mismo modo en que lo hicimos nosotros. Sin embargo, esto no significa que no tengan una gran inteligencia… y que esta no pueda ser usada, para bien o para mal, por los seres humanos.
¿Delfines soldados?
Una de las aplicaciones en la que estos animales serían (tristemente) más útiles es en las acciones bélicas. De ser capaces de comunicarnos con ellos, los delfines podrían indicarnos la localización precisa de los buques enemigos, así como patrullar extensas zonas oceánicas con un silencio casi absoluto. Por esta razón varios países (entre ellos Estados Unidos y Rusia) se encuentran actualmente interesados en entrenar una patrulla de delfines para que sean capaces de integrarse con un ejército y seguir instrucciones complejas.
Las teorías con respecto a una flota de delfines
Aunque oficialmente no se sabe nada con respecto a delfines entrenados, algunos rumores parecieran indicar que esto no es cosa del futuro, sino algo que ya está ocurriendo. Con motivo de las hostilidades en Ucrania el buque de guerra norteamericano USS Donald Crook arribó hace algunas semanas al Mar Negro, para aumentar la presión de la OTAN sobre la región. Su llegada habría pasado desapercibida de no ser porque vino acompañado, según el periódico ruso Izvestia, por una pequeña flotilla de delfines que lo rodeaban en todo momento.
Aunque para muchos esto puede parecer un tanto irreal, lo cierto es que los norteamericanos tienen una larga tradición de entrenamiento de delfines para la detección de las minas y de artefactos extraños en las costas, y que de hecho existe una “flotilla” de unos 120 delfines y leones marinos entrenados al servicio del ejército norteamericano.
En el caso ruso, los programas con el objetivo de entrenar delfines se remontan a la Unión Soviética, pero gran parte del proyecto quedó en manos de las fuerzas militares ucranianas tras la disolución de la superpotencia. En el año 2013 este proyecto saltó a la luz pública cuando 5 delfines que estaban siendo entrenados huyeron durante ejercicios en el puerto de Sevastopol, en Crimea.
Sin embargo, una cosa es llevar delfines como compañía y usarlos en la búsqueda de minas y otra completamente diferente es utilizarlos en zonas de posibles combates prácticamente como soldados del ejército. Técnicamente hablando, esto sería además ilegal, pues el Acta de la Protección de Mamíferos Marinos prohíbe usarlos como escudos. Sin embargo, ¿por qué habría llevado la Armada una flotilla de delfines que no pensara utilizar?
¿Qué opinas? ¿Crees que los niveles de comunicación entre humanos y delfines pueden haberse desarrollado hasta el punto de crear delfines – soldados?
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