Una de las dietas más populares durante el siglo XIX, fue la del arsénico, su uso prolifero debido a la escasez o casi nula regulación de productos médicos y a la falta de conocimiento sobre el arsénico. La mayoría de productos dietéticos se publicitaban como efectivos hasta llegar a lo milagroso y más de uno cayó en las trampas de inescrupulosos vendedores, quienes comerciaban con pastas hechas de arsénico y decían que aquello aceleraba el metabolismo, lo que hacía perder al cuerpo esos kilos de más.
Tristemente, gran parte de la gente quería resultados inmediatos y más de uno ingería una dosis casi letal, ocasionando envenenamiento. La falta de conocimiento sobre el producto y que en muchos casos cuando se vendía no se decía de que estaban compuestas las pastas, hacía más difícil su control y dar fin aquella locura. También sabemos que el arsénico no fue usado solo en pastas para perder peso, sino en cientos de cosméticos que dañaban la piel de sus usuarias.
Nuevos descubrimientos acerca del arsénico
Actualmente, se sabe que el uso del arsénico en dosis controladas ayuda en el tratamiento de pacientes con cáncer. La FDA aprobó su uso en 2018 para aplicarlo en pacientes con leucemia o promielocítica aguda.
Se cree que la popularidad del arsénico en periodos anteriores, se debe al poder estimulante que posee. En teoría, en muy pequeñas dosis el arsénico podría dar energía a la persona, también fue usada por mucho tiempo para mejorar el color de la piel.
Pues, en dosis bajas, el arsénico es un estimulante. Entonces, en teoría, una pizca de arsénico podría animarte, por lo que podrías volverte más activo, en cuyo caso podrías quemar algunas calorías adicionales, pero el problema venía cuando las personas por querer acelerar un proceso consumían más de la cuenta, hasta el punto de volverse adictos, pasando esa fina línea que divide la vida de la muerte.
Fuentes:
- www.bbc.com/mundo/noticias-50968038
- waterfiltercrock.com
Imágenes: 1. bbc.com 2. waterfiltercrock.com
Una dieta decimonónica
Una de las dietas más populares durante el siglo XIX, fue la del arsénico, su uso prolifero debido a la escasez o casi nula regulación de productos médicos y a la falta de conocimiento sobre el arsénico. La mayoría de productos dietéticos se publicitaban como efectivos hasta llegar a lo milagroso y más de uno cayó en las trampas de inescrupulosos vendedores, quienes comerciaban con pastas hechas de arsénico y decían que aquello aceleraba el metabolismo, lo que hacía perder al cuerpo esos kilos de más.
Tristemente, gran parte de la gente quería resultados inmediatos y más de uno ingería una dosis casi letal, ocasionando envenenamiento. La falta de conocimiento sobre el producto y que en muchos casos cuando se vendía no se decía de que estaban compuestas las pastas, hacía más difícil su control y dar fin aquella locura. También sabemos que el arsénico no fue usado solo en pastas para perder peso, sino en cientos de cosméticos que dañaban la piel de sus usuarias.
Nuevos descubrimientos acerca del arsénico
Actualmente, se sabe que el uso del arsénico en dosis controladas ayuda en el tratamiento de pacientes con cáncer. La FDA aprobó su uso en 2018 para aplicarlo en pacientes con leucemia o promielocítica aguda.
Se cree que la popularidad del arsénico en periodos anteriores, se debe al poder estimulante que posee. En teoría, en muy pequeñas dosis el arsénico podría dar energía a la persona, también fue usada por mucho tiempo para mejorar el color de la piel.
Pues, en dosis bajas, el arsénico es un estimulante. Entonces, en teoría, una pizca de arsénico podría animarte, por lo que podrías volverte más activo, en cuyo caso podrías quemar algunas calorías adicionales, pero el problema venía cuando las personas por querer acelerar un proceso consumían más de la cuenta, hasta el punto de volverse adictos, pasando esa fina línea que divide la vida de la muerte.
Fuentes:
- www.bbc.com/mundo/noticias-50968038
- waterfiltercrock.com
Imágenes: 1. bbc.com 2. waterfiltercrock.com