Pirámides
Ya hemos hablado en estas páginas de los extraños experimentos con pirámides que en la actualidad se están desarrollando en territorio de Europa Oriental (y principalmente en Rusia). De acuerdo con las evidencias, dichos experimentos buscan extrañas propiedades energéticas atribuidas a las pirámides que explicarían la popularidad de estas en tiempos antiguos, cuando fueron una construcción básicamente omnipresente en todos los continentes y popular en muchísimas culturas.
El investigador que ha trabajado el tema se llama Alexander Golod y es reconocido por la construcción de más de 15 pirámides de fibra de vidrio cuyas propiedades en los “flujos energéticos” en derredor estudia de manera constante. Muchas de estas pirámides se han convertido también en curiosidades que atraen tanto a turistas casuales como a quienes buscan este tipo de estructuras por los mismo flujos energéticos que estudia Golod.
Pero recientemente su pirámide de Moscú parece haber tenido un final muy poco grácil.
La pirámide de Moscú
El pasado 29 de mayo una potente tormenta golpeó los alrededores de la ciudad de Moscú, con vientos que superaron los 100 km/h. En total más de 200 hogares quedaron sin techo y 2000 vehículos resultaron afectados. Y, claro, una pirámide.
Pese a que la pirámide estaba construida con base en la llamada “sección divina” (alrededor de 1 a 1,628, o la mitad de Pi) no fue capaz de resistir el temporal y se vino abajo. Quienes se encontraban allí en el momento optaron por huir rápidamente so pena de quedar atrapados bajo los restos de la fibra de vidrio.
En cualquier caso, el asunto alcanzó cierta fama en la localidad porque se suponía que la estructura piramidal de estas construcciones de alguna manera iba a favorecer un clima más suave en las cercanías, evitando desastres como estos. Aunque claro, siempre puede argumentarse que sin la pirámide la tormenta habría sido peor.
Imagen: mysteriousuniverse.org