Sri Lanka y la pena de muerte
Para quienes no hayan oído hablar de él, Sri Lanka es un país insular ubicado al sur de India que pese a su pequeño tamaño tiene más de 20 millones de habitantes. Como su hermana del norte, es una nación muy a medio camino entre la modernidad y la tradición con un importante componente rural en su sociedad.
Originalmente Sri Lanka había decidido imponer la pena de muerte a los culpables de crímenes más graves, pero a partir del año 1978 dicha decisión se reversó y la pena de muerte desapareció del país. Por esta razón no se ha ejecutado a nadie desde 1976. En el año 2004 la Pena de Muerte volvió a imponerse, pero debido a la profesión mayoritariamente budista de la población dicha decisión no ha tenido eco en los juzgados y hasta el momento nadie ha sido condenado. Es tradicional intercambiar la pena de muerte por la cadena perpetua.
En la actualidad el gobierno de Sri Lanka parece poco convencido de usar la pena de muerte, pero el dramático aumento en los crímenes ha hecho que cada vez más voces comiencen a pedir la ejecución de ciertos criminales. Sin embargo, hay un problema: parece ser difícil conseguir un verdugo.
El Verdugo de Sri Lanka
Pocos oficios parecen más sencillos. Sin ninguna ejecución desde 1976, lo único que un verdugo tiene que hacer es mantener la horca en buen estado, hacer algo de papeleo… y sentarse a recibir su salario. Por esta razón, es difícil entender los problemas del país para contratar uno.
El asunto parece haber comenzado hacia el fin de las hostilidades entre los grupos Tamil, rebeldes, y el gobierno (victorioso por la fuerza) en el año 2009. Poco tiempo después el verdugo contratado renunció sin razón alguna y el puesto quedó vacante. El proceso de contratación fue lento, pero eventualmente se consiguieron dos personas… que jamás fueron a trabajar. En el 2013, entonces, de nuevo el país se encontró sin un verdugo.
La siguiente contratación fracasó cuando la persona renunció alegando estrés… tras ver la horca. En la actualidad se encuentra en proceso una nueva contratación que pese a mencionar el trabajo como labores administrativas ligeras recibió… 24 postulantes. Y 10 ni siquiera se presentaron a la entrevista. Queda por ver si los 2 seleccionados de nuevo abandonan su trabajo.
Lo más interesante del asunto es que por ahora no se planea retomar la Pena Capital (aunque hay más de 300 presos en línea esperando turno). El gobierno de Sri Lanka sencillamente quiere estar preparado en caso de que decida, en algún momento, comenzar las ejecuciones.
Sobre por qué nadie quiere ser verdugo… bueno, eso realmente no lo sabemos.
Fuente de imagen: news.com.au