El Pensante

Prefijo Anemo-

Idiomas y lenguaje - abril 25, 2018

Quizás lo mejor, previo a abordar una explicación sobre la partícula lingüística Anemo-, sea realizar una breve revisión sobre algunos conceptos, que de seguro permitirán entender este morfema, propio del Español, dentro de su contexto preciso.

Imagen 1. Prefijo Anemo-

Definiciones fundamentales

En este sentido, puede que también sea necesario enfocar esta revisión a dos nociones particulares: la primera de ellas, el propio concepto de Prefijos, pues esto ayudará a cobrar conciencia sobre la naturaleza morfológica de las partículas que pueden ser consideradas dentro de esta categoría. Así mismo, puede que también sea de utilidad revisar lo que ha dicho la Morfología del Español sobre los prefijos y prefijoides, que existen dentro de esta lengua. A continuación, cada una de estas cuestiones:

Los prefijos

Por consiguiente, se comenzará diciendo que la Lingüística ha definido los prefijos como aquellos morfemas, de naturaleza exclusivamente átona y derivativa, que se desempeñan dentro de las Lenguas naturales, uniéndose de forma anterior a ciertos lexemas, con el fin de modificarlos, y crear junto a ellos, a través del proceso de Derivación, nuevas palabras, cuyo rasgo primordial será el de contar con plena independencia semántica, respecto a la palabra que la ha originado. Por ende, se puede decir entonces que el prefijo es un morfema átono y derivativo, de unión anterior al lexema.

Sin embargo, la Morfología advierte sobre la necesidad de no entender los prefijos solo de esta manera, sino de concebirlos igualmente como uno de los cinco distintos afijos que pueden contarse dentro de las Lenguas naturales, clasificación que los lleva a ser considerados entonces dentro del mismo grupo de los sufijos, infijos, interfijos y circunfijos, partículas estas que se diferencian entre sí debido a que cada una de ellas tiene un punto específico de unión al lexema, además del proceso morfológico que desempeñan junto a él.

Prefijos y prefijoides del Español

En segunda instancia, resultará también prudente lanzar luces sobre lo que ha señalado la Morfología del Español sobre los prefijos y prefijoides del Español, puesto que en esta lengua, no toda partícula que se una de forma anterior al lexema, a fin de crear una nueva palabra, puede ser considerada como un prefijo, pues no todos serán morfemas átonos y derivativos.

De esta manera, la Morfología distingue dentro de la lengua, según su naturaleza y su función morfológica, dos distintas partículas, las cuales pueden ser explicadas de la siguiente manera:

  • Prefijos: por un lado, ciertamente, dentro del Español podrá encontrarse la presencia de prefijos, es decir, afijos átonos y derivativos, que cumplirán con la función de unirse de forma anterior a ciertos lexemas, para junto a ellos crear nuevas palabras por medio del proceso de Derivación, es decir, la unión productiva de un afijo derivativo y un lexema.
  • Prefijoides: sin embargo, dentro del Español, podrán también encontrarse otro grupo de partículas, constituidas por morfemas tónicos o lexemas cultos e invariables, que también se unen de forma anterior a ciertos lexemas, para crear nuevas palabras, pero que lo hacen a través de otros procesos morfológicos, como lo son la Parasíntesis (unión de dos o más morfemas) o la Composición (unión de dos lexemas).

Por igual, la Morfología del Español, ha señalado que dentro de esta lengua, se pueden encontrar tres distintos grupos de prefijos y prefijoides, cuya principal diferencia será su origen etimológico. A continuación, una breve descripción de cada uno de ellos:

  • De origen latino: en primer lugar, dentro del Español, podrán distinguirse un grupo de prefijos y prefijoides cuya etimología los hace ser identificados como partículas provenientes del Latín. Según señalan las distintas fuentes morfológicas, la gran mayoría de estas partículas son átonas y derivativas, por lo que entonces pueden ser catalogadas como prefijos, siendo entonces muy pocas las constituidas por morfemas tónicos o raíces cultas.
  • De origen griego: por otra parte, en el Español, también se encontrará un gran grupo de partículas, de unión productiva anterior al lexema, las cuales son señaladas como provenientes del griego. En este caso, la mayoría de estas partículas están constituidas por raíces cultas y tónicas, las cuales se unen de forma anterior al lexema, son el fin de generar nuevas palabras por Composición. De esta forma, son asumidas en su totalidad como prefijoides del Español.
  • De origen eslavo o sánscrito: finalmente, habrá también un tercer grupo de partículas productivas de unión anterior al lexema, cuya etimología puede ubicarse dentro del eslavo o el sánscrito, y que constituyen nuevas palabras por medio de la composición. Estos prefijoides pertenecen exclusivamente al ámbito químico o científico.

Prefijo Anemo-

Revisados estos conceptos, quizás ciertamente sea un poco más sencillo aproximarse a la definición que da la Morfología del Español sobre la partícula lingüística Anemo-, la cual es descrita como una partícula productiva de unión anterior, propia del Español, de naturaleza tónica, y de origen griego.

En consecuencia, la partícula Anemo- no es un prefijo sino un prefijoide del Español, puesto que se encuentra constituida por un lexema o raíz culta, proveniente del griego, que se desempeña uniéndose de forma anterior al lexema para crear junto con él, por medio del proceso de Composición, nuevas palabras.

Así también, la Morfología del Español indica que esta partícula cuenta con su propia carga semántica, la cual se encuentra relacionada con el concepto de viento. Por ende, toda vez que en el Español se forme una palabra por la unión de esta partícula y un lexema del Español, se entenderá que la palabra obtenida referirá a este concepto. A continuación, algunas de los ejemplos del  uso de este prefijoide dentro del Español:

Anemómetro

Anemófilo

Anemometría

Anemografía

Imagen: pixabay.com