En el ámbito de la Historia del Arte, se conoce con el nombre de Renacimiento al movimiento cultural que se desarrolló, durante los siglos XV y XVI, en la Europa occidental, y que ha sido catalogado por los expertos como una respuesta al oscurantismo y valores de la Edad Media, sirviendo a la vez de puente a la Edad Moderna.
Características del Renacimiento
En tal sentido, este movimiento cultural puede ser descrito como un despertar humanista, que llevó al hombre europeo a volver sobre sus pasos, para rescatar y estudiar el pensamiento clásico. De esta forma, uno de los principales rasgos del hombre renacentista fue el amor por el conocimiento y el estudio, de ahí que aun cuando sus principales representantes, o representantes más conocidos se encuentran en el campo de las Artes, el Renacimiento también contó con importantes científicos, que lograron hacer descubrimientos y aportes cruciales al campo del conocimiento humano.
Nacido en Italia, el Renacimiento se difundió gradualmente por Europa, llevando a todos sus rincones la curiosidad y la importancia de volver a leer los conocimientos concebidos por los griegos y los romanos. No obstante, el rasgo más significativo de este movimiento europeo fue quizás la nueva concepción de Hombre que pregonaba, pues este vino a erigirse como el centro del universo y de todo estudio, echando por el suelo los valores medievales, los cuales se caracterizaron a su vez por su naturaleza dogmática, que negaba el cuerpo, en pro de la adoración religiosa. En contraparte, el Renacimiento rescataba y elevaba la naturaleza y al humano como los estandartes más valiosos de la creación, la cual se debía alcanzar por medio de la contemplación y el conocimiento.
Aportes más significativos del Renacimiento
Sin embargo, hay que resaltar que estos cambios de visión y de concepción del mundo no se dieron de inmediato, sino que fue el resultado de cambios graduales y generacionales, que se sucedieron a lo largo de los años que duró este movimiento. No obstante, esto no le resta su acción de ruptura con la estética y el pensamiento medieval, aun cuando el concepto mismo del Renacimiento, así como su propio nombre, no hayan sido concebidos como tal sino hasta cuatro siglos después, cuando el historiador decimonónico Jules Michelet se dio a la tarea de estudiar las principales características y aportes que tuvo este período cultural europeo en la concepción de mundo y el conocimiento occidental.
A pesar de que son sumamente amplios y numerosos, los principales aportes del Renacimiento, se pueden medir y cuantificar según cada uno de los campos en los que se fueron dando, pudiendo resumirse en los siguientes:
Filología
Por otro lado, estas ansias de rescatar la cultura y el conocimiento grecorromano produjeron también el interés por beberlo directo de su fuente, por lo que la Europa renacentista inició la relectura de las grandes obras, muchas de las cuales fueron olvidadas o prohibidas durante los largos siglos de la Edad Media. En tal sentido, comenzó también una gran tarea por traducir muchas de estas piezas de la Literatura, la Filosofía y el conocimiento occidental, directamente del Griego y del Latín, lo cual vino a ser una continuación de lo comenzado en el siglo XIV –el siglo de las traducciones- y que constituyó un gran avance sobre el conocimiento de las lenguas antiguas, así como sobre la Etimología, en donde se descubrió y se estudió a profundidad el origen de muchas palabras de las lenguas de ese momentos.
Filosofía
Así mismo, el Renacimiento constituye el momento en que la civilización europea comienza a rescatar los preceptos filosóficos occidentales, nacidos durante la Grecia clásica. En este sentido, dos de los principales aportes pueden ser considerados como la visión de la Razón humana como máximo bien de la civilización. Corriente que viene unirse también al Empirismo, el cual se erige como un síntoma de la libertad, que buscaba el hombre renacentista, de no creer en dogmatismos, sino experimentar por cuenta propia.
Igualmente, entra a predominar la idea platónica de la realidad, corriente que se une también con algunos importantes filósofos del momento, como por ejemplo Maquiavelo, quien a través de su obre El Príncipe, viene a reivindicar los valores paganos sobre la necesidad de alcanzar el reconocimiento y la fama, además por su puesto de haber erigido también la nueva visión política de Estado, inaugurando con esto la visión moderna de la Política y el poder.
Por otro lado, a nivel económico se producen cambios de visión de gran importancia. Uno de ellos lo constituyen la influencia del pensamiento calvinista, el cual venía a instaurar en la psique colectiva que el éxito económico podía ser interpretado como la recompensa que daba Dios a quien trabajaba con esfuerzo, pensamiento éste que se convertiría siglos más tarde en uno de los basamentos fundamentales del Liberalismo.
Otro de los rasgos cruciales del pensamiento renacentista fue el repudio a la cultura de la guerra, la cual marcó durante siglos la dinámica de la Edad Media. Buscando alejarse de esto, el hombre del Renacimiento se esforzó en demostrar que era a través de la razón y el conocimiento que se podía alcanzar la felicidad, sin necesidad de recurrir a la cultura de la violencia y la muerte. En este sentido el optimismo y la exaltación de la vida en la naturaleza marcaron tendencia en el pensamiento ideal.
Religión
A pesar de que siglos de dominación cristiana no se pudieron terminar repentinamente, sí se produjo un proceso gradual en donde el hombre renacentista comenzó a evaluar de forma crítica el actual de los jerarcas de la Iglesia, así como de esta institución. Así mismo, la concepción del hombre como centro del universo, al igual que como ser predilecto de la creación cambiaría también la visión de ser dominado, temeroso de un dios castigador. Por otro lado, la relectura de fuentes paganas, vinieron a rescatar igualmente el concepto de la Diosa, o parte femenina de Dios, lo que significó también un resurgimiento de las ganas de adorar a la figura femenina, la cual era relacionada igualmente como símbolo del amor, la belleza, la simetría, y por su puesto de la vida.
Ciencias
La parte científica fue otra de las grandes áreas del conocimiento humano que más se fortalecieron durante el Renacimiento. Entre muchos de los aportes logrados durante estos años se pueden enumerar por ejemplo el descubrimiento de la notación matemática, así como también la promulgación de la Teoría de las Ecuaciones hecha –entre otros grandes aportes- por René Descartes. Así mismo, la Ingeniería es una de las ramas científicas que más se fortaleció durante el Renacimiento, pues fue durante esta época en que esta técnica marcó un distanciamiento con respecto a las distintas ciencias hermética, concibiendo su propio marco teórico.
Por su parte, ciencias como la Astronomía contaron también con un importante avance, así como un gran número de descubrimientos, que vinieron así mismo a producir cambios contundentes en la visión que tenía el hombre occidental sobre el universo y sobre todo sobre sí mismo. Entre ellos se puede contar la teoría postulada por Johannes Kepler, la cual venía a revelar al Sol como el centro de un sistema de planetas que orbitaban de forma elíptica alrededor de él.
Arte
Finalmente, uno de los ámbitos del Renacimiento en donde se dieron más cantidad de aportes e innovaciones fue el Arte, campo en donde tuvieron lugar importantísimos cambios, que vinieron a traducirse en un cambio visión dentro de la civilización occidental. En este sentido, resalta sobre todo la conciencia individual que el artista tenía sobre sí, como sujeto histórico, lo cual además de ser totalmente nuevo, contrastaba profundamente con el pensamiento medieval. Así mismo, se redescubrió y exaltó la figura y el cuerpo humano, lo cual constituía un síntoma claro de la visión renacentista del hombre como elemento de gran importancia en la creación y ante su creador. También se retoma el concepto o ideal de belleza y simetría, propio de las culturas clásicas.
No obstante, el aporte más importante del Renacimiento fue la instauración dentro de la pintura de la perspectiva, elemento con el que se logró la recreación de figuras tridimensionales en el arte, pero que trascendió mucho más allá y más profundamente, pues este elemento artístico vino también a revelarle al humano renacentista que existían distintos puntos de vista para una misma realidad, lo cual cambió para siempre el propio pensamiento occidental y la concepción de realidad.
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