Quizás lo mejor, antes de avanzar sobre las distintas propiedades curativas, atribuidas a la Avena, sea revisar de forma breve la propia definición de este alimento, así como algunos datos específicos sobre su origen o intensidad de consumo en el mundo, a fin de poder entender dichas propiedades dentro del contexto alimenticio en el cual tienen lugar.
La avena
En este sentido, se puede comenzar a decir que la Avena es un cereal, conocido por su nombre científico Avena sativa, el cual es descrito también como un género perteneciente a las poáceas, un grupo de plantes, que se cree son originarias de Europa central, región en donde los arqueólogos han logrado encontrar vestigios de cómo ya en la Edad de Bronce, el hombre usaba la avena, tanto para su consumo como para el alimento de sus animales.
Así mismo, los investigadores han logrado determinar que la Avena fue también ampliamente cultivada en Asia. Sin embargo, en este continente era considerada una mala yerba, por lo que se dejaba su uso sólo como forraje.
En la era moderna, aun cuando la Avena no ha podido superar en importancia al trigo, se considera –según datos aportados en el 2012 por la FAO- el séptimo cereal más cosechado en el mundo, hecho que quizás se deba también a su alta resistencia, así como a la capacidad que tiene la avena para adaptarse a casi todo tipo de suelo, y prosperar de manera positiva.
Sin embargo, aun cuando ya son de dominio público sus distintas propiedades alimenticias, quizás por tradición, la avena sigue siendo un alimento mayormente destinado al consumo animal, como sucede por ejemplo en Europa. No obstante, en otras zonas del mundo, como por ejemplo América, es visto como un alimento sano y de gran aporte nutricional, siendo consumido básicamente en forma de copos.
Propiedades curativas de la avena
Con respecto a las numerosas propiedades curativas que pueden encontrarse en la Avena, la mayoría de las fuentes especializadas resaltan en primer lugar la gran cantidad de nutrientes que este cereal aporta al cuerpo, y entre los que se encuentran de forma importante algunos minerales como el Magnesio, el Fósforo, el Zinc y el Selenio, vitales para la realización de muchas de las funciones del organismo, y que hacen que la Avena sea vista también como una gran fuente de energía
Sin embargo, cuando se trata de Avena no todo es nutrición, pues este cereal también contienen otras sustancias, que más allá de alimentar el organismo pueden ayudarlo a superar ciertas condiciones de salud. Entre ellas se encuentran las siguientes:
Avena contra el colesterol
Una de las propiedades curativas más importantes de la Avena es su capacidad de reducir el colesterol, lo cual a su vez se traduce en una protección directa al sistema cardiovascular y la reducción de infartos o accidentes en este sistema.
De acuerdo a las fuentes especializadas el responsable de esta cualidad de la avena es una sustancia conocida como Beta-glucano, el cual es considerado un elemento que aporta fibra al organismo, y actúa directamente en el cuerpo haciendo que el colesterol baje de inmediato. En este orden de ideas, quienes así lo recomiendan aseguran que la ingesta de una taza de avena por lo menos dos o tres veces a la semana son suficientes para reducir los niveles de colesterol, o mantenerlos controlados saludablemente.
Avena, un excelente antioxidante
Así mismo, según señalan algunos portales científicos, dentro de la Avena se pueden encontrar otras sustancias denominadas Avenantramidas A, B, C, los cuales constituyen polifenoles, sustancias identificadas a su vez como antioxidantes, las cuales protegen al cuerpo de los radicales libres que pueden ser liberados por el colesterol alto, representando una protección al sistema cardiovascular del cuerpo.
Por otro lado, las Avenantramidas son vistas también como antioxidantes que pueden prevenir en el cuerpo la aparición de enfermedades de tipo degenerativas, al tiempo que su ingesta puede contribuir a todas las funciones de regeneración de tejidos.
Avena, aliado contra el cáncer
De igual forma, en algunos portales de medicina naturista se destaca a la Avena como una importante fuente de Selenio, cuya ingesta si se combina igualmente con alimentos o suplementos que provean de vitamina E al cuerpo, conforman una dupla ideal para prevenir la aparición de algunos tipos de cáncer, como por ejemplo el cáncer de mama, sobre todo en el caso de mujeres jóvenes, quienes todavía no alcances la menopausia. Así también, la dupla Selenio + vitamina E es entendida como una buena forma para evitar la aparición de ciertos tipos de cáncer de colón.
Avena, un diurético natural
Otra de las propiedades medicinales de la Avena es la de su capacidad de ser Diurética. Al respecto, algunos autores especializados afirman que esta cualidad se encuentra directamente relacionada al contenido de Silicio que presenta este cereal, mineral este que estimula la función renal de la persona, haciendo que el número de micciones aumento, lo cual puede resultar beneficioso en cuadros como gota, reumatismo o retención de líquidos, siempre y cuando el médico tratante apruebe de forma previa este uso medicinal de la avena.
La forma más recomendada para este uso será en forma de agua de avena. Por lo general, basta colocar en remojo algunas cucharadas de avena en agua, dejar reposar algunas horas, y luego consumir el agua que se haya impregnado con las propiedades de la avena.
Avena, un amigo de la piel
Finalmente, entre muchas de las propiedades curativas o medicinales atribuidas a la avena, se encuentran aquellas que se relacionan con beneficios a la piel, bien sea en cuanto a la hidratación que puede proveerle a esta, así como a los antioxidantes que le aportan, e incluso a su poder regenerativo en caso de quemaduras solares.
Así mismo, la Avena es identificada por algunos autores como un gran aliado a la hora de ayudar en el tratamiento de enfermedades cutáneas que pueden generar picor en la persona afectada, como por ejemplo el sarampión, la varicela, la psoriasis o incluso la escabiosis. Para usarla con ese propósito bastará con bañar al paciente en agua con avena, lo cual se traducirá en un alivio y en una sensación de frescura.
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