Aun cuando la mayoría de las personas –debido quizás a su gran poder de adaptación- cree que en mango es oriundo de las zonas tropicales, en realidad es una fruta originaria de Asia, específicamente de la India. No obstante, como la historia lo ha demostrado, se desarrolla cómodamente en otros climas templados y cálidos.
Descripción del mango
De esta forma, el mango –conocido también como melocotón de los trópicos- es una fruta de pulpa dulce y carnosa, la cual forma parte de la familia de las anacardiáceas, y que ha conquistado los paladares alrededor del mundo por su textura, sabor y versatilidad, constituyéndose en protagonista de muchas recetas, tanto dulces como saladas, además de bebidas e incluso cócteles y tragos.
En este sentido, esta fruta –cuyas variedades incluyen frutos de hilacha y otros para nada fibrosos- ha sido también sembrada y producida ampliamente, siendo su área predilecta de cultivo la Zona Intertropical, región planetaria que ofrece al mango el clima ideal para su crecimiento y reproducción, encontrándose incluso que los árboles de esta fruta crecen generosamente en ciudades y áreas rurales, sin que nadie le procure un especial cuidado, pues esta planta además de adaptarse perfectamente a esta región, se ha diseminado e integrado al ecosistema de forma total, como si perteneciera al propio trópico.
Propiedades medicinales del mango
Sin embargo, con respecto al mango, no todo es sabor o textura, puesto que según como indican ciertas fuentes naturistas esta fruta es también una importante fuente de nutrientes, así como de propiedades curativas. Al respecto habría que comenzar por recordar que el mango es una importante fuente de Potasio, Hierro y Calcio, así como de vitamina C, vitamina A, entre otros nutrientes. Igualmente, los expertos han señalado cómo esta fruta es al menos ochenta por ciento agua, por lo que también resulta una buena fuente de hidratación.
Por otro lado, el consumo de mango está relacionado con la prevención, cura o erradicación de ciertos cuadros de salud, por lo que esta fruta, así como las raíces y hojas del árbol que la produce se han convertido en los últimos años en uno de los remedios naturales más difundidos en el trópico, así como en otras regiones. Por consiguiente, resulta pertinente entonces exponer algunos de las principales propiedades curativas del mango. A continuación, algunas de ellas:
Excelente antioxidante
En primer lugar, resalta cómo su gran contenido de Ácido Ascórbico (vitamina C), el cual contiene en una proporción de 117 mg cada 100 g, hace que el mango sea una fruta con importantes cualidades antioxidantes, lo que lo convierte además en uno de los ingredientes alimenticios efectivos contra la aparición del cáncer, así como de otras enfermedades de tipo degenerativo.
Para combatir el estreñimiento
Así mismo, el mango puede ser un excelente aliado a la hora de combatir las consecuencias de una dieta sin fibra: el estreñimiento. En este sentido, la mayoría de naturistas coinciden en señalar al mango –sobre todo a la variedad de mango verde- como una excelente fuente de fibra, por lo que esta fruta podría tener un efecto laxante. De igual forma, esta forma de acción sobre el sistema digestivo podría ayudar a las personas afectadas por hemorroides, ya que al producir heces mucho más blandas, su excreción no sería tan dolorosa para los pacientes con esta condición.
Eficiente diurético
Igualmente, las distintas fuentes naturistas indican que el mango representa un gran aporte de Potasio al organismo, contándose en proporciones de 668 mg cada 100 g, ingrediente que lo convierte a su vez en un elemento diurético, por lo que su consumo estaría relacionado con un estimulante del sistema urinario. No obstante, su gran cantidad de agua, también lo hace ser una gran fuente de hidratación.
Contra la inflación
No obstante, el mango no es lo único aprovechable del árbol que le da vida, siendo por ejemplo sus hojas un producto de gran demanda, debido a las propiedades curativas que poseen. Y es que las hojas de mango tienen la cualidad de desinflamar –tanto externa como internamente– órganos o partes del cuerpo, al tiempo que cuenta también con cierto efecto analgésico. Al respecto, varias son las fuentes naturistas que recomiendan su uso en forma de cataplasma, o incluso de té.
Para la tensión arterial
De la misma forma, el mango es tenido también como un eficiente hipotensivo, pues según afirman los expertos, las hojas del árbol del mango, consumidas en té, cuentan con la propiedad de regular la tensión arterial, por lo que resulta un ingrediente que puede coadyuvar a los pacientes con esta condición, siempre y cuando el médico tratante haya dado su visto bueno.
Poderoso desparasitante
Así también, las raíces del árbol de mango son reconocidas por sus propiedades curativas, siendo identificadas como un poderoso enemigo de los parásitos internos. En este sentido, algunos textos naturistas indican que estas deben consumirse, a partir del polvo de raíces. No obstante, las semillas de mango, una vez tostadas, parecen tener estas mismas habilidades de eliminar parásitos, teniendo el poder de acabar incluso con un parásito tan fuerte como la tenia.
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