Se considera que el bongo es creación del historiador y etnólogo de origen cubano, Fernando Ortiz, en su innovación con la música afrocubana y sus espectaculares tambores.
Todo esto se desarrolla en Cuba, donde surge el concepto del son, cerca del final de la primera década del siglo XX. En la actualidad se utiliza en especial, en la bachata o en la salsa. Es que precisamente, este instrumento es una pieza fundamental en la historia del origen de la salsa.
Es todo un espectáculo musical, apreciar cómo uno de estos músicos afro cubanos emplea el instrumento creado por Ortiz. Éste va en medio de las rodillas del intérprete, quien de forma muy hábil, también lo alterna con otros tambores como el cencerro.
Orígenes Africanas:
Por otro lado, existen historiadores de la música que plantean una hipótesis razonable, en la que afirman que los bongos provienen de tribus africanas como los ñañigos o los abakua y los trajeron a territorio americano, cuando cruzaron el océano Atlántico.
Pero como tal, los actuales bongos sí se le atribuyen a Fernando Ortiz, quien los popularizó en el mundo entero, comenzando por las gentes trabajadoras y proletarias del campo y muy frecuentes en géneros que en aquella ocasión surgieron, tales como el son y el changüí.
Profesionales en todo el sentido de la palabra, surgieron de los Estados Unidos, cuando conocieron este instrumento maravilloso. Se aficionaron y triunfaron, lo que ocasionó una producción de bongos en masa en todo Norteamérica.
Pero el famoso bloqueo de los gringos a los cubanos, frenó la exportación de bongos a su territorio, por lo que eran fabricados en los mismos Estados Unidos y luego exportados al mundo entero.
Fue tan sorprendente la innovación en la música, que diversos géneros como el jazz, el rock o el folk, también resultaron contagiados con la magia del bongo.