El Pensante

Racismo en los Estados Unidos: la cruel historia de la Masacre de Tulsa

Historia - marzo 13, 2019

Imagen 1. Racismo en los Estados Unidos: la cruel historia de la Masacre de Tulsa

Jim Crow

Hace algún tiempo hablamos en el artículo El día que murió la Esclavitud de la Guerra de Secesión: el conflicto que dividió en dos a Estados Unidos en medio de una lucha por mantener el país unido y por decidir qué ocurriría con la población esclava del sur. En esta guerra, como vimos, triunfó el norte de los Yankees y la esclavitud fue finalmente abolida, pero en miras de mantener unido el país y evitar una rebelión futura, el Norte dio al Sur la posibilidad de organizar a su manera las relaciones entre los ex esclavos negros y la población blanca del país. Y fue así como nació Jim Crow.

Jim Crow fue el nombre que se le dio a un conjunto de leyes segregacionistas diseñadas para mantener a los negros separados de los blancos. Si bien en teoría esta era su función única, en la práctica terminaban garantizando la eterna pobreza y sumisión de las poblaciones negras, pues las condenaban a vivir en los barrios más pobres, a estudiar en las escuelas más desfinanciadas y a utilizar los servicios públicos y de salud de peor calidad.

Peor, las leyes estaban escritas de tal manera que muchas veces se permitía o toleraba el abuso a personas negras. En estos periodos, eran relativamente comunes las acusaciones de acoso o violación que terminaban con la muerte de una o más personas de este grupo social, linchadas por turbas iracundas que nunca tenían que enfrentarse a consecuencias legales por sus acciones. Sin embargo, si lo que ocurría era al contrario (una persona blanca acosando o violando a una mujer negra) no había ley o indignación que valiera.

Pero aún en estas duras condiciones, algunas poblaciones negras consiguieron salir adelante. Demostrando la entereza y capacidad de su gente, construyeron prósperas comunidades en lo que antes había sido barrios deprimidos. Una de estas comunidades, la más famosa, sin lugar a dudas, era Greenwood.

Greenwood                                                                   

Ubicado en Tulsa, Oklahoma, el barrio de Greenwood era una próspera comunidad negra, llena de negocios, bancos y comercio. Era conocido como “El Wall Street Negro” porque en la economía de Oklahoma, entonces en boom por el petróleo, congregaba a las más exitosas y afluentes personas de esta comunidad.

Pero la Oklahoma de 1921 era también hogar de una creciente tensión racial, en medio del recrudecimiento de la violencia producto de la Prohibición (tema del que hablamos en el artículo El día que Estados Unidos decidió volver ilegal el alcohol), del fortalecimiento del Klu-Klux-Klan y de la tensión generada por el retorno de miles de soldados de los campos europeos que no habían podido conseguir un empleo.

En este contexto, las acusaciones de violaciones a hombres negros eran un asunto común. Muchas veces estas terminaban en linchamientos y ejecuciones sin juicio previo (y sin consecuencias para los linchadores), y para algunas mujeres extremadamente racistas era una manera de mantener su supremacía y tener en el temor a cualquier hombre negro que quisieran. Una acusación era todo lo que bastaba.

Pero en Tulsa, la comunidad negra había adquirido recursos y confianza, y estaba harta de que estas cosas sucedieran. Por esta razón habían optado por defender a los acusados, de ser necesario usando la violencia.

Imagen 2. Racismo en los Estados Unidos: la cruel historia de la Masacre de Tulsa

El incidente

De acuerdo con la información que tenemos, todo comenzó el 30 de mayo, cuando Dick Rowland, joven negro de 19 años, entró al edificio Drexel a usar el baño. El joven tropezó camino al ascensor y al caer agarró el brazo de Sarah Page, joven blanca de 17 años.

En estos tiempos, con eso bastaba.

Sarah, de inmediato, comenzó a gritar y Dick salió corriendo del edificio. Pero las cosas estaban lejos de terminar.

El joven fue arrestado al día siguiente por intento de asalto y de inmediato se congregó una turba alrededor de la comisaría, con la intención de lincharlo. Pero la población negra estaba harta, y pronto un grupo de 50 hombres negros armados se acercó a la zona a apoyar al Sheriff y garantizar la seguridad del acusado. La situación escaló, y terminó en una confrontación armada con 10 personas muertas (8 blancos y dos negros). Durante la noche los disparos siguieron.

Pero fue el 1 de junio que el asunto realmente se salió de control. Una gigantesca turba armada invadió Greenwood, matando gente a su paso y quemando las casas de los habitantes. Varias bombas estallaron en los negocios más prominentes, como tratando de garantizar que no pudieran sobrevivir.

Cuando la Guardia Nacional llegó, al mediodía, realizó cientos de arrestos… todos ellos a personas negras. Pese a que los daños fueron millonarios, no hubo ningún arresto asociado a la destrucción de propiedad privada. Se calcula que unos 300 negros fueron asesinados, pero esto también quedó impune.

Consecuencias

Nunca hubo un segundo Black Wall Street. La población negra, en ruinas, luego de perder toda su riqueza, huyó de la ciudad y se dispersó por el estado. Varias compañías saltaron a la oportunidad de comprar suelos deprimidos y el barrio se convirtió en un sector industrial.

Imagen 3. Racismo en los Estados Unidos: la cruel historia de la Masacre de Tulsa

La población guardó silencio por décadas. No hubo investigaciones, acusaciones o confesiones asociadas al hecho. Unos con vergüenza, otros con satisfacción, los miembros de la turba volvieron a sus vidas ordinarias, dejando este vergonzoso incidente en el pasado.

Dick Romney fue liberado, pues Sarah se rehusó a presentar cargos. Quizás era consciente de lo que su exagerada reacción había causado, y se sentía culpable. No lo sabemos.

Y la próspera comunidad negra de Tulsa, Oklahoma, se vio obligada a abandonar todo a sabiendas de que la ley jamás los protegería. Este día triunfó el odio y el racismo.

En el año 2001 los 118 supervivientes que aún vivían fueron reconocidos por el Estado de Oklahoma, y les fue otorgada una medalla. Sin embargo, jamás hubo reparaciones económicas. Así mismo, a posteriori se concluyó que la acción de la milicia negra, que actuó contra la turba y en defensa de la autoridad del Sheriff, fue constitucional, y que debió haber recibido el apoyo de las autoridades y la Guardia Nacional. Esto, claro, jamás ocurrió.

Fuentes:

  1. https://www.quora.com/What-are-some-creepy-facts-about-American-history/answer/Donovan-Walls
  2. https://en.wikipedia.org/wiki/Tulsa_race_riot

Imágenes: 1: theblackwallsttimes.com, 2: wikipedia.org, 3: tulsaworld.com