Muchos son los amantes de los animales, en todos los países del mundo. Adoptar uno para que forme parte de la familia, es algo que ha ido cobrando fuerza cada vez más. Ese vínculo tan especial que se crea con éstos, es bastante afectivo, fuerte y permanente. Se han visto casos en el que algunas personas prefieren mil veces la compañía de un peludo amiguito, que de un humano, aunque ya forman parte de un proceso patológico. En seguida veremos: “las razones por las que amamos a las mascotas”:
Porque no discriminan si su amo es rico, pobre, bonito o feo
Es una de las cualidades más sobresalientes de los animales, a diferencia de los humanos. Ellos no juzgan, ni humillan, por el contrario, siempre se mantendrán fieles, agradecidos y amorosos. Lo único que piden es un buen trato y alimentación.
Porque regalan momentos inolvidables
En los momentos que menos uno lo imagina o lo espera, las mascotas suelen alegrarle a uno el día, con sus jugueteos, acciones graciosas, o sus formas especiales de cariño. Pueden trascurrir los minutos y la atención quedarse encantada consintiendo y jugando con ellas.
Porque jamás te abandonarán
Igualmente, a diferencia de las personas, a no ser de que sea por una razón de fuerza mayor y no por intención propia, las mascotas no lo abandonan a uno nunca. De hecho, son estos amiguitos los que resultan sufriendo la pena del abandono de sus amos, por falta de recursos monetarios, o sencillamente porque se cansaron. En esos instantes de soledad y tristeza, la compañía de una mascota es más que genial.
Porque son guardianes en todo sentido
Algunas mascotas como los perros, han llegado a salvar muchas vidas humanas, tanto en rescates por calamidades, como en asaltos y crímenes. Son muy útiles si se entrenan y si son pequeños y no cuentan con un adiestramiento especial, o no son perros, también son guardianes a su modo; por ejemplo, dicen que luchan contra malas vibraciones y entidades malignas.
Porque traen beneficios para la salud
Numerosos estudios a nivel mundial, concuerdan con que adoptar mascotas influye directamente sobre la salud de un individuo, tanto física como psicológicamente. Los expertos recomiendan para aquellas personas que sufren de duelos, depresión, pérdidas, etc, que se recuperan rápidamente con la compañía de un animalito. El estado de ánimo es fundamental para el desarrollo y curación de enfermedades y se ve alterado en presencia y contacto con las mascotas. Mejora notablemente el organismo, pues aumenta los niveles de dopamina y serotonina, entre otras ventajas.
Porque reducen el estrés y las cargas del día a día
No hay como llegar cansado del trabajo y encontrarse con un gran recibimiento de la mascota. Es como si compartiera parte de su energía y a la vez absorbiera la mala vibra que se pegó quizá en el trabajo, estudio o cualquier otra actividad. Los análisis de los expertos han revelado que al acariciar a un animal, se libera una buena cantidad de la hormona de las emociones, denominada oxitocina y eso resulta curativo.
Porque son nobles y siempre perdonan
Indubitablemente, quizá ningún amigo o familiar se aguantaría algún craso error que cometamos hacia ellos. Caso contrario con las mascotas, que son un ejemplo de perdón, de amor, comprensión, entrega y fidelidad. La nobleza es una característica de una buena mayoría de animales domésticos.
Porque son buena influencia para los hijos
En los hogares donde hay niños, la presencia de las mascotas influye significativamente en su desarrollo personal y motriz. Esa conexión con la naturaleza, activa partes del cerebro y de la psicología que conllevan a la formación de una personalidad comprensiva con los demás seres, piadosa, solidaria y fraternal. Se ha visto cómo muchas mascotas adoptan una postura paternal con los niños de la casa. Está demostrado que aumenta la felicidad en la infancia.
Porque alargan la vida
Gracias a la calidad de los sentimientos que suelen generar las mascotas, los científicos confirman que alargan la existencia de sus amos, porque aumentan su calidad de vida debido a que subconscientemente coadyuvan a que se sientan mejor consigo mismos. Cada uno tiene numerosas razones por las que ama a su animal de compañía y por eso, cuando estos amiguitos nos dejan, también dejan un gran vacío.
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