En el presente, existe una alarma grande por la disminución significativa del deseo sexual, tanto en hombres, como en mujeres.
La comunidad médica y científica explican que se debe a varios factores. En sólo Estados Unidos, las estadísticas indican que alrededor de 40 millones de mujeres, han perdido casi por completo el deseo en la cama y muchas de ellas nunca han contraído nupcias ni planean traer hijos al mundo.
Veamos en seguida: algunas de las razones por las que las mujeres pierden las ganas de hacer el amor:
La rutina
La mecánica de la rutina puede llegar a ser demoledora en las relaciones de pareja, de acuerdo con los hechos. “Aunque existan grandes lazos de amor, si la sexualidad se torna rutinaria, las cosas podrían cambiar de manera abrupta”, comenta la psicóloga Edna Goldberg, de la Universidad de Toronto.
La especialista pone de ejemplo a numerosos matrimonios que continúan unidos, pero no hay actividad erótica de ningún tipo. Pero al intentar variar lo acostumbrado, siempre van a verse los cambios. Aunque también la doctora Goldberg acusa que el abuso pasional conlleva a la misma situación de desgaste y atrofiamiento.
El uso de anticonceptivos
Científicamente se ha podido demostrar, que las denominadas pastillas del día después, o pastillas de birth control, ocasionan serios problemas en el organismo y sistema reproductivo, viéndose principalmente reflejado en la pérdida del apetito sexual. La medicina alternativa propone métodos que no conlleven al empleo de hormonas.
Los malos hábitos
Una mala alimentación es un enemigo total del fuego erótico, han evidenciado estudios desde décadas atrás. Todo lo que comemos influye directamente. Cuando una persona se ha alimentado mal durante muchos años, lo más seguro es que presente frialdad en el caso de las mujeres. Igualmente sucede si no se realiza el ejercicio físico conveniente.
Estrés, depresión y ansiedad
Se le denominan las tres furias de la modernidad. Por todas partes, ahora las personas presentan estos males en mayor o menor grado y se ha descubierto, que se debe principalmente a que muchos se ven obligados a invertir su vida en algo que no les satisface y esa frustración continua, cargada de estrés, afecta el deseo por la pareja. Pero no bastando, los farmacéuticos que venden para mitigar la depresión y los estados de ansiedad, también se han visto involucrados en la disminución de la potencia sexual.
Alguna experiencia crónica o traumática
Las mujeres que sufrieron en un momento de su vida, alguna clase de abuso, tienden a desarrollar un problema psicológico que es necesario trabajar, porque de lo contrario afectará la intimidad muy negativamente, en cuyo caso se requiere la ayuda de un profesional.
Esa persona ya no le llama la atención
Los psicólogos siguen estudiando el fenómeno de hastío y cansancio que se produce con el tiempo en numerosas parejas. La mayoría de expertos coinciden en que increíblemente, la causa puede hallarse en el orgasmo, ya que con el tiempo de reiteradas expulsiones de esa energía sexual, parece ser que también se va expulsando el amor y el deseo.
Experimentos de la Sociedad Oneida lo han evidenciado con un grupo de parejas voluntarias, quienes por un periodo de dos años lucharon por disfrutar de su intimidad, pero sin llegar a la eyaculación. El resultado fue sorprendente: todas las parejas aumentaron su sensación de amor y los problemas de interrelación eran mínimos, en comparación con lo habitual.
La menopausia
Es un periodo en el que la mujer suele perder la lívido, como consecuencia de los ajustes hormonales propios de la edad adulta, ya que deja de ovular y los problemas de convivencia pueden aumentar drásticamente. Para ello, han diseñado toda una serie de tratamientos médicos. Según las cifras oficiales, es un problema que aqueja al 31% de los varones y al 43% de las mujeres mayores de 50 años.
El elemento número uno de los divorcios actuales
Se rata del mal uso del aparato telefónico. Un estudio del año 2017, demostró que un 25% de lso estadounidenses prefieren quedarse sin encuentros eróticos, a quedarse sin celular. Un 45% de norteamericanos duermen cada noche con su teléfono debajo de la almohada. Eso ha conllevado a que mucha gente pierda el deseo por intimar con la pareja y eso a su vez, conlleva a los inconvenientes, peleas y fin de la relación.
Y ni qué hablar del incremento desproporcionado de casos de infidelidad, ya que buena parte de los adictos a la telefonía móvil y la internet, consiguen un amante por la web.
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