Quizás lo más conveniente, antes de exponer algunas de las recetas a base de ajonjolí, más populares de la web, sea revisar de forma breve ciertos aspectos sobre la naturaleza, origen y propiedades de esta semilla milenaria.
El ajonjolí
En este sentido, se puede comenzar a decir que el ajonjolí, también conocido comúnmente como sésamo y cuyo nombre científico es el Sesamun indicum L., es la semilla de una planta homónima. Desde tiempos remotos, el ajonjolí es usado en la culinaria por su gran cantidad de grasas saludables, lo que le permite se convertido igualmente en aceite. Por otro lado, debido a su tamaño y apariencia ha devenido en elementos decorativo orgánico, lo que hace que se pueda ver en distintos platos, no como el protagonista, sino como elemento ornamental.
Origen del ajonjolí
Con respecto al origen de esta versátil semilla, las distintas fuentes coinciden en comentar que no se conoce el sitio preciso en donde nació por primera vez el ajonjolí. Sin embargo, existen algunas teorías que señalan que pudo originarse en el continente asiático, específicamente en la India. Así mismo, existen evidencias que indican que en la misma época pudo nacer también en algunas regiones del continente africano. Lo que sí se tiene un poco más claro es que el descubrimiento de esta semilla, por parte de los humanos, ocurrió hace miles de años.
Así mismo, como tantos otros elementos, el ajonjolí llegó por fin a tierras americanas, de mano de la población africana esclavizada por los europeos, encontrando en el nuevo mundo una tierra fértil para prosperar, así como para convertirse en uno de los ingredientes por excelencia de la cocina salada y dulce de la nueva cultura que nacería a raíz del mestizaje. Desde entonces, el ajonjolí ha cobrado fama por su sabor, sus aceites, su textura y sobre todo por sus propiedades espesantes.
Propiedades del ajonjolí
No obstante, el ajonjolí –o sésamo- no sólo es apreciado en el mundo por sus sabores y texturas, sino porque es una semilla con grandes propiedades nutricionales. Entre ellas se encuentran la de ser una rica fuente de grasas saludables, en específico de algunos importantes ácidos grasos insaturados, como por ejemplo el omega 6, omega 9 y la Lecitina, los cuales ayudan a tener controlado el colesterol, o incluso a reducirlo, haciendo entonces que el ajonjolí sea una semilla que protege el sistema cardiovascular, evitando que sucedan infartos o accidentes cerebrovasculares, entro otros.
Así mismo, esta semilla de origen asiático –y también africano- es considerada como una gran fuente de vitaminas del complejo B, entre las que se encuentran B1, B2, B3, B5, B6 y B9. Estas vitaminas son reconocidas como elementos indispensables para el buen funcionamiento y salud del Sistema Central Nervioso. Por igual, los niveles adecuados de estas vitaminas del complejo B son identificadas como esenciales para un correcto proceso cognitivo y de memoria.
En consecuencia, el ajonjolí es visto también como un elemento que debe ser incorporado de forma regular en una alimentación sana, sobre todo en la que se le suministra a niños en etapa de crecimiento, así también como en adultos mayores. El ajonjolí es reconocido como un alimento que ayuda a prevenir el Alzheimer.
De igual forma, además de sus importantes cantidades de proteínas vegetales, antioxidantes y fibras, el ajonjolí es identificado por la Ciencia médica como una fuente de importantes minerales, como por ejemplo el Cobre, Boro, Zinc, Silicio y Potasio, vitales para el buen funcionamiento cerebral, celular y cardíaco. Entre otros de los minerales que posee esta semilla, se encuentran en buenas cantidades el Calcio y el Magnesio, elementos que junto a la gran cantidad de vitamina K que contiene el ajonjolí, se convierten en la combinación perfecta para unos huesos fuertes, y unos tejidos blandos saludables.
Por último, el ajonjolí también podrá ser considerado como una importante fuente de Hierro, lo cual convierte a esta semilla en un aliado importante a la hora de combatir o evitar casos de anemia. Igualmente, el sésamo contiene yodo, por lo que su consumo es positivo para casos en donde existen problemas de hipotiroidismo. También es rico en selenio, por lo que tomar leche de ajonjolí puede ser de gran ayuda cuando se desea aumentar la fertilidad. Entre otras de las grandes propiedades medicinales del ajonjolí se encuentran la de ser un potente antifúngico, anticancerígeno y antiinflamatorio.
Recetas a base de ajonjolí
Sin embargo, pese a que la mayoría de las personas reconocen que el ajonjolí es un alimento saludable y de grandes cualidades medicinales, pocas saben cómo incorporarlo de forma regular a su alimentación cotidiana. A continuación, algunos ejemplos:
Arroz con ajonjolí y pollo
Una de las formas de tenerlo en la mesa de forma regular es en el arroz, sobre todo en países latinoamericanos en donde este último elemento se consume de forma casi diaria. Además de ser un elemento que aporta nutrientes a esta guarnición, el ajonjolí viene a adornar este lienzo blanco.
Entre las muchas formas en que puede incorporarse este ingrediente, se encuentra el Arroz con ajonjolí y pollo. Para prepararlo será necesario reunir los siguientes ingredientes: una (1) pechuga de pollo / una (1) ramita de apio / media ( ½ ) cebolla cabezona / una (1) ramita de cebollín / un (1) puñado de perejil / un (1) puñado de cilantro / un (1) diente de ajo / una (1) zanahoria mediana, rallada / dos (2) cucharaditas de ajonjolí, puede ser blanco, negro o mixto / una y media (1 y ½ ) tazas de arroz / un (1) puñado de fideos / cuatro (4) tazas de agua / Aceite de oliva / Sal / Pimienta / jengibre en polvo.
Al momento de iniciar con la preparación, lo mejor es alistar todos los ingredientes de forma previa. Por ende, se deshuesará la pechuga, y se cortará en cuadraditos pequeños. Se lavará el apio, y se cortará finamente. Este procedimiento se repetirá con la cebolla, el cebollín, el perejil y el cilantro. El ajo se rallará finamente.
Hecho esto, se coloca entonces la olla en donde se preparará el arroz al fuego. Se añade un poco de aceite de oliva, y cuando esté lo suficientemente caliente, se agrega un poco de pimienta y jengibre en polvo, cuando estas especies comiencen a sofreírse, se agregarán los fideos, y se removerán hasta que comiencen a tornarse color marrón oscuro.
En ese momento, se agrega el apio, el cilantro, el perejil, la cebolla, el cebollín y el ajo, se les permite cocinar unos minutos. Cuando comiencen a transparentarse, se agrega el pollo, para sellarlo. Así mismo, se agregan las dos cucharaditas de ajonjolí. Se espera un poco a que el pollo esté completamente blanco, y se agrega el arroz. Se le permite sofreírse, y se agrega el agua, la cual debe cubrir por completo todos los ingredientes.
Por último, se agrega la zanahoria rallada, y si se desea también algunos champiñones cortados en finas láminas. También se le debe agregar una cucharadita de sal. Se cocina entonces a fuego medio, sin revolver mucho, hasta que el arroz haya abierto por completo. Se puede servir como plato principal, acompañado de plátano o ensalada.
Pollo con espinacas y ajonjolí
Empero, si se desea una opción mucho más sana, se puede cambiar el arroz por espinacas, las cuales cuentan también con grandes propiedades nutricionales, como las de ser una importante fuente de vitamina A y E, así como de importantes minerales como el Magnesio.
Para preparar este plato se necesitará contar con una (1) pechuga de pollo, previamente deshuesada y cortada en cuadritos, o en tiritas si se prefiere / una (1) taza de champiñones picados en finas láminas / dos (2) tazas de espinacas, lavadas y cortadas en trozos pequeños / un (1) puñado de perejil, cortado finamente / dos (2) cucharadas grandes de ajonjolí / una (1) cebolla cabezona pequeña, cortada en julianas / Salsa de soya / una cuarto ( ¼ ) de taza de consomé de pollo, el cual se preparará de forma previa con el hueso de la pechuga/ Aceite de oliva / Sal / Pimienta.
Al momento de iniciar con la preparación, se colocará una sartén al fuego, con un poco de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, se agregará un poco de pimienta, para sofreírla y que suelte su esencia. En ese momento, se agrega la cebolla y el perejil. Se espera, revolviendo constantemente, a que la cebolla comience a transparentarse.
Es el momento entonces de agregar el pollo, a fin de que se selle por completo. Terminado ese proceso, se agregan los champiñones, y la sal, al gusto. Se deja la preparación hasta que los champiñones cambien de color. Se agregan las espinacas y el ajonjolí. Así también, se agrega el caldo de pollo.
Se cocina la preparación a fuego medio, removiendo de vez en cuando. En el momento en que el pollo ya esté cocido, y también la espinaca, se le sube el volumen al fuego, y se deja cocinar hasta que el líquido reduzca lo suficiente. En ese momento, se agrega la salsa de soya, y se saltea la preparación. Se sirve acompañado de arroz, o de una ensalada. Este plato es ideal para un almuerzo o cena sanas.
Mantequilla de ajonjolí
Finalmente, otra de las formas de incorporar ajonjolí a la dieta, y al mismo tiempo sustituir otros alimentos nada sanos, es esta mantequilla o tahin de sésamo, el cual puede ser usado para rellenar pan, como dips, o como salsa. Para prepararlo, será necesario tener a disposición solamente medio (1/2) kilo o una (1) libra de semillas de sésamo sin tostar.
Una vez lavadas, se colocarán por un lapso de tres a cuatro horas en remojo. Pasado este tiempo, se cuelan, y se lleva a la licuadora, procesándolas hasta obtener una pasta homogénea y cremosa. Se deberá colocar entonces en un envase de vidrio, y conservarse en el refrigerador. Pese a durar bastante tiempo, lo mejor será consumir este tahin en el menor tiempo posible.
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