Dar un presente, en verdad implica una serie de factores por tener en cuenta y puede ser muy algo muy complejo, si no se saben ciertos detallitos de vital importancia, para que se cumpla el objetivo de generar una buena impresión y por supuesto, hacer sentir bien a esa persona especial. Se ha visto que al darle un obsequio inapropiado a una mujer, puede ocasionar un grave daño a la relación, pero lo mismo sucede a la inversa; ahora veremos: los regalos que no se le deben hacer a un hombre:
Dibujos
No se puede negar que hacerle un dibujo a mano puede estimarse como un lindo detalle, pero no sería algo que a él le haga sentir gran emoción, como seguramente es lo esperado. Depronto, si se trata de una creación artística de alto nivel, puede funcionar, pero si no, lo mejor es que se guarde en aquel cajón de los recuerdos.
Ropa
Regalarles gorras, camisetas, o peor aún si es ropa interior, no es mucho del agrado varonil. Ellas piensan que como los hombres suelen ser descomplicados, cualquier prenda que le compren la van a usar con satisfacción. Pero se equivocan, porque por más sencillos que aparenten ser, no van a utilizar una prenda que no les agrade ni les luzca. Algunas playeras por ejemplo, les quedan bien a algunos, pero a otros para nada. Así que no es buena decisión para regalar.
Lonas vinílicas gigantes
Una manta vinílica, donde se le expresa todo el cariño, amor y mucho más, lo más seguro es que genere un efecto contrario al deseado, porque ellos suelen sentirse ante un detalle semejante, algo ridículos y avergonzados, especialmente si se le entrega en un lugar público, como la escuela, universidad, trabajo, o al frente de la casa.
Cartas cursis y muy largas
Una carta no provoca tantos sentimientos especiales en ellos, tanto como en las mujeres. En tal efecto, no es acertado darle un regalo así. Algunas chicas pensando en que van a descrestar a su enamorado, cometen tremendas exageraciones en el contenido de las susodichas cartas, que pudieran incluso superar las cinco hojas, con letra pequeña y por ambas partes. Lo más seguro, es que no lea ni la primera.
Tecnología pasada de moda
Si hay algo que caracteriza a los hombres en general, es su inclinación hacia lo tecnológico. Ellos no desean un aparato viejo y desactualizado, pero como los dispositivos electrónicos cuestan un monto significativo, más si son de alta gama, las mujeres que desean dar un obsequio a un hombre, creyendo que se ahorran un buen dinero al seleccionar un artículo de unos añitos atrás, realizan una mala inversión que no va a ser tan bien valorada porque la verdad, ellos prefieren lo último. Por lo tanto, si lo que se quiere regalar es tecnología, lo mejor es contar con buenos recursos.
Calcetines
Es una de las opciones cuando la gente se queda sin ideas a la hora de dar un regalo. Pero es de las peores, porque la ropa interior no puede ser considerada como un detalle, ni para mujeres, ni hombres, ni niños. Esa clase de presentes se relacionan directamente con nuestras mamás y son elementos básicos como la pasta dental, o el cepillo de dientes. Es algo desilusionante desenvolver un regalo, para encontrarse con unos calcetines.
Artículos para afeitarse
Pululan por doquier. En cualquier tienda o supermercado, son productos infaltables. Pero parece que también en los regalos navideños y fechas especiales. Esto, muy motivado por las publicidades de las grandes marcas que incitan a regalarle al papá, al amigo o a la pareja, una crema de afeitar o una presto-barba especializada. Esas cosas fácilmente las compran ellos, de hecho, por obligación. Por ende, no es aconsejable poner esto en una caja sorpresa de detalle.
Un albornoz
Si el hombre al abrir el papel de regalo, se halla con albornoz, hay un 90% de probabilidades de que se sienta desinflado. Ellos no se sienten atraídos para nada hacia esta clase de batas de baño y mucho peor, cuando hace juego con la de ella.
Flores y peluches
Sería el mayor de los desaciertos. Que sean un detalle especial y muy bueno para las chicas, no implica que en el caso varonil sea igual. Por el contrario, se sentirían totalmente fuera de lugar, con la persona equivocada.
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