Remedios naturales para las várices

Remedios naturales para las várices

Quizás lo mejor, previo a abordar una exposición de los distintos remedios caseros que existen para tratar las várices, sea revisar de forma breve la propia definición de esta condición, así como sus posibles causas.

Las várices

En este sentido, se comenzará por decir que la Medicina ha definido las várices como aquellas dilataciones que se producen en los vasos sanguíneos, como consecuencia de la acumulación de la sangre en ellos. De acuerdo a lo que señalan las distintas fuentes, aun cuando las várices –o variz, como se conoce también en España- pueden afectar las arterias, en realidad suele aparecer con más frecuencia en las venas, cuando estas se dilatan, acumulando sangre en ellas, ante la imposibilidad de que esta fluya correctamente de retorno al corazón.

Por lo general, las várices no presentan mayores complicaciones, más que su apariencia poco estéticas. Así mismo, se presentan frecuentemente en las extremidades inferiores, aunque pueden aparecer igualmente en otras partes del cuerpo, como por ejemplo en los testículos del hombre, recibiendo el nombre de varicocele. También pueden ocurrir en la región anal, en donde se conocen como hemorroides, o en el esófago, siendo denominadas várices esofágicas.

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Causas de las varices

Así mismo, las diferentes fuentes médicas señalan que la aparición y formación de estas dilataciones venosas, conocidas como várices, tienen su raíz en una anormalidad de las válvulas venosas. En este sentido, la Medicina señala que estas válvulas, ubicadas en la vena, puede ser descrito como un mecanismo anatómico, en forma de doble nido de golondrina, cuya función es la de dejar pasar la sangre, que busca su retorno hacia el corazón, al tiempo que se cierra cuando esto ha sucedido, para impedir el reflujo sanguíneo, es decir, que la sangre se devuelva. Por lo tanto, la misión de estas válvulas venosas es garantizar el flujo unidireccional de la sangre.

Sin embargo, en ocasiones, debido a distintos problemas circulatorios, el cierre de estas válvulas venosas no sucede adecuadamente, trayendo como consecuencia que la sangre no fluya con regularidad, sino que comience a acumularse en la vena, produciendo su dilatación y malformación, la cual va desde un grado muy suave, cuando apenas se ve una región de la vena un poco más oscura que el resto, hasta bultos bastante evidentes sobre la superficie de la piel. Pese a que las várices no suelen producir alteraciones de salud graves, en ocasiones sí pueden producir otras complicaciones como úlceras varicosas, flebitis, trombosis o embolismo pulmonar.

Causas de las várices

Pese a que la principal causa de las várices son los problemas circulatorios, la Medicina también ha alertado sobre ciertos hábitos o condiciones, que pueden incentivar la aparición de este tipo de dilataciones venosas. Entre ellos se encuentra de forma principal el tabaquismo, ya que el tabaco es considerado un vaso constrictor, que en el cuerpo produce una reducción del oxígeno, así como del flujo sanguíneo. De tal manera, su incidencia en el cuerpo se encuentra, al menos para la Medicina, relacionado directamente con la posibilidad de desarrollar problemas circulatorios, entre ellos várices.

Otros factores de riesgo serían el usar ropa en exceso ajustada, pues esto ocasionaría una obstrucción física permanente para el flujo sanguíneo, haciendo que el cuerpo esté mucho más propenso a sufrir de várices. Así también los malos hábitos alimenticios, o una vida sedentaria pueden aumentar las probabilidades de sufrir de várices. Entre otras de las causas, sobre todo cuando se trata de las hemorroides, es el estreñimiento, debido a la gran fuerza que usa la persona para lograr producir la deposición. Las várices también pueden aparecer como consecuencia de altas temperaturas, por el sobrepeso del embarazo, o incluso por permanecer mucho tiempo sentado, o por el contrario, mucho tiempo de pie.

Remedios naturales para las várices

En cuanto a los tratamientos indicados en caso de la aparición de várices, sobre todo cuando estas ya han alcanzado cierto tamaño, o comiencen a producir molestias y complicaciones, como picor, dolor o pesadez en las extremidades, están los procedimientos químicos y quirúrgicos, los cuales sin embargo solo podrán eliminar la várices que ya se ha formado, mas no podrán evitar la aparición de nuevas várices, pues estas tienen su raíz en problemas circulatorios. En consecuencia, no solo se deberá atender las várices que presentan complicaciones, sino también las causas que la producen, para evitar nuevos episodios.

No obstante, estas no son los únicos remedios o tratamientos que existen, pues la Medicina naturista ha apuntado también algunos otros elementos que pueden producir alivio en el momento de la aparición de las várices, y sobre todo de sus complicaciones.

Agua fría

De acuerdo a lo que señalan los diversos autores, el Agua fría cuenta con la propiedad de activar la circulación. Por lo tanto, una de las recomendaciones, en el caso de presentar várices, incluso en su etapa más inicial, cuando se presentan como simples arañitas en la piel, es bañarse con agua fría, o también aplicar compresas de agua fría sobre las piernas, pues esto permitirá que los vasos sanguíneos se desinflamen y reactiven, propiciando un mejor flujo sanguíneo.

Árnica

En segundo lugar, el Árnica es una planta reconocida por sus cualidades curativas en caso de inflamación o dolores musculares. Así mismo, la Medicina naturista considera que su uso puede resultar beneficioso en caso de padecer de várices, pues además de calmar el dolor, y propiciar la desinflamación, puede incidir igualmente en un correcto flujo sanguíneo.

Al respecto, las distintas fuentes recomiendan que lo mejor será procesar varias hojas de la planta de árnica en un mortero, para lo cual se puede usar también un poco de aceite de árnica. Lograda la pasta de esta planta. Se bañarán las piernas con agua fría, para reactivar la circulación. Posteriormente se harán cataplasmas en las várices con la pasta de árnica. Para taparlos se puede usar arcilla. Se dejan actuar por al menos quince minutos, o hasta que la arcilla se seque. Y se vuelve a lavar la pierna con agua fría. En caso de complicaciones muy fuertes, este tratamiento puede ser empleado hasta dos veces al día.

Cola de caballo: eficaz desinflamatorio

Otra de las plantas a la que la Medicina naturista le reconoce su gran poder antiinflamatorio es la cola de caballo, la cual generalmente es recomendada en el caso de problemas renales, pues resulta ideal para combatir la retención de líquidos, o incluso los cálculos que se producen en los riñones.

Sin embargo, la cola de caballo no solo se puede consumir en forma de infusión, como suele ser recomendada en el caso de estos padecimientos renales, sino que puede ser empleada en forma de cataplasma, para combatir ciertas lesiones o dolores, como por ejemplo aquellos causados por las várices.

En este orden de ideas, la Medicina naturista recomienda que para darle este uso, lo mejor será colocar una olla de agua al fuego. Al momento en que comience a hervir, se agregarán 50 gramos de cola de caballo, y se deja cocinar la planta por al menos quince minutos. Pasado este tiempo se baja del fuego, y se deja enfriar. Luego de haber bañado las piernas con agua fría, para así activar la circulación, se procede a tomar un poco de la planta y colocarla en forma de cataplasma, sobre la parte afectada, si se desea más eficacia, se puede tapar con arcilla verde, dejándolas actuar por al menos unos quince minutos, o hasta que la arcilla se seque.

Hojas de mango

En el inventario de plantas que pueden ser usadas en el caso de dolores e inflamación, se encuentra la hoja de mango. Esta puede ser usada de dos maneras: la primera, a través de una infusión, que se hace con dos o tres hojas y una taza de agua. La segunda, en forma de cataplasma. Para esto se tomará un puñado de hojas de árbol de mango, y se procesarán en un mortero, machucando hasta obtener una pasta verde, la cual se colocará directamente sobre la várice que esté presentando molestias, y siempre que no exista una herida abierta. Inmediatamente, se cubre la pasta con arcilla. Se deja secar, y se retira con agua fría.

Sábila para las várices

Así mismo, el Aloe vera –conocido también como sábila- es una planta con grandes propiedades analgésicas y antinflamatorias, así como vasodilatadoras, las cuales pueden ser usadas a la hora de combatir las molestias producidas por las várices. Al respecto, las distintas fuentes naturistas indican que pueden existir dos formas de usarla: la primera, bastante sencilla, que consiste en cortar la penca por la mitad, extraer los cristales o el gel que esta trae por dentro, y masajear en forma circular la pierna. Se debe tener cuidado de no manchar la ropa, pues la sábila a veces puede teñir de rojo las prendas.

En segundo lugar, se puede realizar un remedio un poco más elaborado, el cual consistirá en extraer igualmente los cristales de sábila de la planta, a fin de mezclarlo con vinagre de manzana y jugo de zanahoria, se coloca la pasta conseguida directamente sobre las piernas, y se cubre con una venda, no apretada, a fin de que actué durante toda la noche. A la mañana siguiente, se retira la venda, y se lavan las piernas con agua fría. No obstante, todo tratamiento alternativo debe ser consultado con el médico tratante, y ser administrado solo con su aprobación. Así mismo, en ningún caso, estos tratamientos pueden sustituir la medicina recomendada por el profesional a cargo.

Imagen: wikipedia.org

Bibliografía ►
El pensante.com (mayo 31, 2018). Remedios naturales para las várices. Recuperado de https://elpensante.com/remedios-naturales-para-las-varices/