Robots vs trabajadores
Durante los últimos años la tecnología ha avanzado a ritmos nunca antes vistos. La llegada del mundo digital creó entornos de conexión permanente con los que ni siquiera soñábamos hace varias décadas y el mejoramiento en el poder de procesamiento de los computadores ha llevado a que hoy estemos más cerca que nunca de la creación de una Inteligencia Artificial.
La tecnología ha generado temor en todos los sectores de la población, pero en particular en aquellos que dependen de su trabajo para vivir y que tienen labores poco especializadas. Artesanos y obreros, entre otras, han visto cada vez más de cerca la competencia de los robots y son conscientes de los muchos puestos (por ejemplo, en las líneas de montaje de las fábricas de vehículos) que hemos perdido a causa de ellos. Este temor a la llegada de la tecnología se vive en muchos ámbitos – no solo en el laboral – y cuestiona, en ocasiones, el lugar mismo que ocuparemos los humanos en el mundo en algunas generaciones.
Sin embargo, hay una ciudad en la que el temor a esta tecnología ha mermado mucho: Cantón.
Meseros robóticos
La razón es sencilla, en Cantón ya se había vivido – no hace mucho – esta sustitución, como en varios centros urbanos importantes de china donde, en aras de innovar y traer la atención de los consumidores, varios restaurantes comenzaron a “contratar” empleados robóticos para el servicio a los clientes.
El asunto, como se esperaba, llamó la atención de los medios y le dio gran popularidad a los restaurantes, por lo que la moda pronto se esparció a otros locales. Sin embargo, pasada la emoción inicial los clientes pronto comenzaron a quejarse: los robots no eran tan ágiles, chocaban unos con otros, tenían problemas para llevar las cosas sin regarlas y no ponían en la mesa, sino que sencillamente cargaban la bandeja.
Pronto quedó claro para los restaurantes que esta no había sido una buena decisión: comenzaron a perder clientes. Es por ello que varios – entre los que se cuenta el Heweilai, con sus dos locales en Cantón – a “despedir” a sus empleados robóticos y volver a contratar personal de carne y hueso. Al final, la máquina no estuvo a la altura del hombre.
Varios expertos consideran que pasará algún tiempo antes de que los robots sean verdaderamente capaces de reemplazar a los seres humanos y que por ahora solo son útiles en tareas muy repetitivas y sistemáticas.
Fuente de imagen: chinatopix.com