El misterioso sonido de las costas egipcias
Por generaciones los beduinos que habitaban las costas egipcias del Mar Rojo, particularmente en torno al reconocido Resort de lujo Abu Dabbab, habían escuchado sonidos misteriosos que parecían provenir de las profundidades del océano. De acuerdo con visitantes y nativos, era como si periódicamente el océano disparara cañones contra quién sabe qué objetivo desconocido: pese a su fuerza y potencia hasta hace poco tiempo nadie había sido capaz de determinar la procedencia del sonido y sencillamente se tomaba como parte del paisaje de la región.
De acuerdo con las leyendas, el sonido corresponde a las almas del ejército francés que intentó ocupar Egipto entre 1798 y 1801. Sin embargo, una reciente investigación publicada en el Bulletin of the Seismological Society of America ha concluido que la causa no es paranormal: se trata de un fenómeno tectónico que nunca antes había podido ser detectado.
“El padre de los golpes”
Abu Dabbad significa precisamente esto: “El Padre de los Golpes”, y fue bautizado así por los sonidos misteriosos que emergían de las profundidades. El sitio fue lugar de importantes leyendas desde antes de la invasión francesa, aunque no se sabe realmente cuándo comenzaron a aparecer los sonidos.
Originalmente se pensó que la evidencia reina era el calor de las rocas, que están al doble de temperatura del promedio egipcio y por lo tanto podrían indicar una importante actividad volcánica. Curiosamente el estudio demostró lo contrario: no hay volcanes activos en la región desde hace unos 65 millones de años.
Lo que sucede, parece ser, es que una gigantesca falla geológica a 10 kilómetros de profundidad se mueve periódicamente chocando con la roca superior, originada por antiguos volcanes. El movimiento se transmite hacia arriba, pero la roca ígnea es sólida y rígida en este punto causando una especie de resonancia que lleva a que el sonido se escuche nítidamente en la superficie.
Aunque muchos consideran que es un alivio saber, por fin, qué causa el estruendo, vale la pena preguntarnos: ¿qué es peor? ¿Saber que hay un fuerte sonido sin conocer su procedencia? ¿O saber que este sonido es causado por el movimiento de inmensas rocas 10 kilómetros por debajo de nuestros pies?
Fuente de imagen: d.ibtimes.co.uk