Sinopsis de Balún Canán
Con el título de Balún Canán, esta obra constituye la primera novela de la célebre escritora mexicana, Rosario Castellanos, la cual fue publicada en 1957, convirtiéndose en una obra de referencia dentro de la novela indigenista latinoamericana, la cual es ocasiones –han señalado algunos críticos- guarda reminiscencias de la voz del Popol Vuh.
En sus líneas, su autora plasma con gran talento las tensiones y enfrentamientos producidos entre la población indígena y los terratenientes blancos mexicanos, surgidos a raíz de la Reforma Agraria, implementada en 1930, por el antiguo presidente Lázaro Cárdenas, y que lejos de venir a calmar los ánimos y concertar la paz, trajo innumerables historias de opresión, masacres, lucha de poderes y venganzas, ligadas al tema de la posesión de la tierra.
Estructura literaria de Balún Canán
Con respecto a su estructura literaria, constituye una novela de gran extensión, conformada por tres partes: la primera de 24 capítulos; la segunda parte de 18 capítulos; y la tercera de 24 capítulos. Así mismo, existe una combinación de tipos de narrador, lo cual propone una voz mixta, pues tanto la primera como la tercera parte están contadas en primera personas, desde la visión de una niña de siete años, heredera de una familia de terratenientes. Por otro lado, la segunda parte queda a cargo de un narrador omnisciente, quien se dedicará a describir los maltratos y la violencia vivida en los años de la reforma agraria.
Resumen de Balún Canán
Esta obra comienza en la voz de una niña de siete años, perteneciente a la familia de los Argüello, quien comienza su narración, desde una lejana tierra, ubicada en la actual Chiapas, la cual en lengua maya era llamada Balún Canán, nombre que puede traducirse como Nueve Estrellas. Comienza entonces, quien será la narradora de la primera parte de esta historia a describir el acervo cultural y mitológico de los tzeltzales, así como las disputas que ocurrían entre ellos y los blancos, las cuales en ocasiones refiere a supersticiones y creencias de este pueblo indio, lo cual conducirá posteriormente a enfrentamientos.
Todo este conocimiento lo ha ido adquiriendo la niña durante su proceso de crianza, el cual ha estado en manos de su nana, una india sabia en la cultura ancestral de su pueblo. Igualmente, la niña comienza a narrar quiénes componen su familia. De esta forma, describe a Mario, su hermano menor y heredero de los Arguello, el cual sin embargo, se caracteriza por tener una naturaleza delicada y débil. Por su parte, su padre –aun cuando tiene momentos de afecto con su familia- es descrito como un padre y un hombre enérgico, el cual demuestra su autoridad con distancia. Así mismo, la niña describe también a su madre, Zoraida, a quien le atribuye un carácter impaciente y nervioso, fácilmente impresionable y supersticioso.
Un buen día, la niña cuenta cómo un par de indios llegaron de Chactajal, hacienda perteneciente a esta familia, a traer noticias a su padre, no obstante la niña las identifica como malos augurios. Así mismo da cuenta de cómo empezó el tiempo de lluvias en Balún Canán, así como la llegada de malas nuevas. En esta etapa sombría, el padre de la niña, César, recibe la noticia, por parte de su amigo, Juan Rovelo, que el presidente Lázaro Cárdenas ha ordenado que cualquier propietario que tuviera a su cuidado más de cinco familias indígenas deberá cubrir su educación, colocando una escuela en su propiedad.
De mala gana, y tratando de salir del paso, César decide envía a su hacienda a su sobrino Ernesto, para que asuma el cargo de maestro, aun cuando no lo es ni siquiera habla la lengua de los indígenas que trabajan para la familia Argüello, sin embargo, deciden viajar todos a acompañarlo a asumir su puesto como maestro. Igualmente, esta niña describirá uno a uno de los presagios negativos que sufrirá ella y su familia, de camino a su hacienda Chactajal, como si todo fuese una premonición del fin de su estirpe. Así mismo, durante el camino, se va revelando el carácter verdadero de Ernesto, quien expresa poco respeto hacia los indígenas, matando incluso a uno de ellos, que fungía como siervo de la familia.
Por otro lado, la segunda parte de esa obra será narrada en su totalidad por un narrador omnisciente, quien describirá cuál era la situación de los pueblos indígenas, subyugados a las exigencias de sus amos blancos, así como el espíritu de venganza y revancha que luego se apoderó de su carácter sumiso, llevando a la rebelión. Así mismo, este narrador dejará al descubierto el conflicto cultural que existe entre los indígenas y los blancos. Igualmente, alcanzará a narrar la llegada de la familia Argüello, después de una infinidad de contratiempos, a sus tierras en Chactajal.
Sin embargo –tal como contará la niña de siete años, quien retoma la narración de la obra- a los pocos días de su arribo a estas tierras, los indios dejan de trabajar en protesta, pues Ernesto, el nuevo maestro, borracho ha golpeado a uno de los niños de la nueva escuela. Por la fuerza, César logra que los niños regresen al trabajo, no obstante será cuestión de días para que la rebelión estalle, y tome la forma de un gran incendio que barrió con la hacienda, hechos durante los cuales mueren Ernesto y su concubina Matilde Argüello.
César marcha entonces hacia Tuxtla Gutiérrez para pedirle al gobernador de Chiapas, lugar en donde quedan sus tierras, a fin de lograr la restitución y el orden de estas, sin conseguir que ninguna autoridad cumpla con su voluntad, viendo su propiedad destruida y en desorden. La niña cuenta entonces cómo su hermano, el último heredero de los Argüello, debido a las supersticiones de su madre, muere, condenando esta estirpe a su fin.
Imagen: pixabay.com