Sobre el cuento

De esta forma, se puede comenzar diciendo que Conejo es un cuento surgido de la pluma del reconocido escritor argentino Abelardo Castillo (1935 – 2007) en el cual se plantea de manera dramática y descarnada la fractura de la inocencia infantil, para abrir los ojos a un mundo adulto, no siempre gentil, y por el contrario lleno de crueldad, desavenencias, infidelidades, mentiras, traiciones y dolor.

En este sentido, el autor construye un monólogo infantil, en donde un niño habla sobre su situación, dirigiéndose a su elemento incondicional: un juguete, al cual le narra su dolor, sin importar si esta va a contestarle o no, puesto que no importa, ya que el niño es consciente de su soledad en un mundo adulto, que no lo ve como persona sino como objeto.

Así mismo, en la medida en que este soliloquio avanza, el niño va dejando de a poco su situación de dolor infantil, para ir asumiendo su nueva realidad: un mundo hogareño acabado, en donde la madre se ha ido, y él confiesa preferirlo así, y un padre que casi no puede sostenerlo. Aun cuando los adultos le ocultan la verdad, el niño se da cuenta de lo que ha ocurrido, y entonces busca un rincón en el mundo, en donde guarecerse y estar a salvo de la mirada de los otros, mientras le cuenta a su amigo incondicional todo lo que siente.

Por último, ese rasgo de inocencia, representado en el juguete y en el monólogo que el triste infante vuelca en el objeto, termina también por romperse. Sin embargo, esta ruptura no se da por accidente o casualidad, sino que es hecha por el mismo niño, quien después de desahogar su infinito dolor, termina él mismo por romper y renunciar a su compañero, su conejo favorito, en un claro signo de que a partir de ahora las cosas no seguirán como antes, pues algo se ha roto, cambiando todo para siempre.

Resumen de Conejo

Con respecto al contenido del cuento, básicamente se puede decir que se trata del soliloquio de un niño con su juguete preferido: un conejo de felpa, que le ha traído anteriormente su madre. Este niño, se encuentra escondido en un rincón de la casa, pues según le confiesa al conejo no quiere estar expuesto ante sus tíos y primos, y en realidad ante nadie.

El motivo de esta decisión es la tristeza: el niño no quiere que nadie lo mire en esta circunstancia, que atraviesa porque su madre se ha ido, aun cuando los adultos le han dicho que está enferma. Sin embargo, el pequeño, en el fondo sabe y advierte que su madre en realidad ha enfermado o se ha muerto, sino que se ha fugado con el primo Juan Carlos de Olavarría.

De esta forma, mientras el chico conversa y pone al día a su conejo sobre aquello que le pasa, va dejando entrever lo delicado y violento que se había tornado el ambiente de su casa, siempre lleno de discusiones entre papá y mamá, así como cotidianamente su madre estaba furiosa, sobre todo por las noches.

Finalmente, aunque el niño comienza diciéndole a su conejo que es el mejor amigo del mundo, termina por desear que su madre nunca regrese, al tiempo que decide también terminar para siempre con su conejo, destruyéndolo con sus propias manos, en una acción que algunos críticos han tildado como símbolo del fin de la inocencia, y la aceptación de la gran soledad que se vive.

Imagen: retrato de Abelardo Castillo, autor del cuento Conejo / Fuente: wikipedia.org