Siendo quizás uno de los libros más trascendentales del siglo XX, El Principito es un novela poética, de corta extensión, nacida de la pluma del célebre aviador y escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, el cual fue publicado por primera vez en el año 1943 por la casa editorial Reynal & Hitchcock, la cual hizo tanto la edición en francés –lengua original de la obra- como en inglés.
Relevancia de la obra
Desde entonces, se ha convertido en uno de los libros más importantes y leídos de occidente. De hecho, a la actualidad se cree que se ha traducido a por lo menos 250 idiomas distintos, lo que lo convierte también en el libro de habla francesa con mayor número de traducciones, mayor cantidad de lectores alrededor del mundo, y por supuesto el libro más vendido en toda la historia de la Literatura francesa, creyéndose también que en el mundo entero se han llegado a editar e imprimir al menos 140 millones de ejemplares de esta historia, que atrapa cada día más lectores por su sencillo sentido poético sobre la vida y las emociones humanas.
Así mismo, dentro de la obra, no sólo cobra valor la historia, sino que también hacen parte importante las ilustraciones, las cuales son atribuidas al propio Antoine de Saint-Exupéry, por lo que cada edición de esta obra es un compendio de arte, que recoge tanto las palabras y textos del escritor francés, como sus suaves y coloridos trazos, sobre este personaje que ha cautivado, en occidente, durante generaciones, la imaginación de grandes y chicos, puesto que aun cuando El Principito pareciera ser un cuento para niños, en realidad es una novela corta para adultos muy ocupados, que se hayan olvidado de cómo ser niños.
Resumen de El Principito
En cuanto a la historia en sí de esta obra, puede decirse que básicamente se trata de las aventuras de un pequeño niño de otro planeta, llamado El Principito, en su intento por regresar a casa, para poder cuidar de su pequeño planeta, y de su gran amor: una rosa vanidosa. No obstante, la historia es contada por el propio niño, en su visita al planeta Tierra y su encuentro con un piloto, quien da cuenta de las conversaciones sostenidas con este pequeño, las cuales pueden resumirse así:
La boa que se había comido un elefante
En la primera parte de esta novela corta, el narrador, es decir, el piloto de la historia, hace referencia a una anécdota de su infancia, en la que un día dibujo una boa que se había comido un elefante, sin lograr que ningún adulto pudiese ver más allá de un sombrero, por lo que a temprana edad decidió abandonar el arte de la pintura y dedicarse –según los consejos recibidos- a empresas mucho más productivas, como por ejemplo la de hacerse piloto, profesión que en el futuro lo llevaría a estar en medio del desierto, en donde conocería al Principito.
Encuentro con el Principito
Estando entonces en el medio del desierto de Sahara, con su avión accidentado y una gran urgencia por repararlo, de repente, en la mitad de la nada, se consigue frente a frente con un niño de cabellos rubios y capa, quien como si no fuese consciente de la circunstancia y el lugar en donde sucede el encuentro, le pide al sorprendido piloto que por favor le dibuje un cordero, petición que es tomada por el piloto, quien empero decide pintar primero la boa que se había comido un elefante, y que ningún adulto de su niñez supo interpretar. Para su sorpresa, cuando el niño ve este dibujo, rápidamente reconoce de qué se trata. Así, el piloto entusiasmado decide complacerlo y dibujarle un cordero, pero la falta de práctica en el dibujo abandonado hace que el intento no dé resultado. Un poco frustrado, termina por dibujar una caja, y le dice al Principito que dentro está su cordero, viendo asombrado cómo el niño acepta feliz su nuevo cordero, el cual viene en una caja, justamente como él lo deseaba.
Asteroide B612
Luego de ese evento, El Principito decide permanecer al lado del piloto, quien sigue en su empeño por reparar su avión. Es así como las conversaciones de estos dos personajes, conducen a que El Principito confirme lo que creyó desde el primer momento el piloto: que no pertenece a la tierra. Por el contrario, contado por el propio niño, en realidad es originario de un pequeño asteroide llamado B 612, el cual es descrito por su único habitante como un hermoso planeta, en donde se pueden contar entre sus riquezas tres pequeños volcanes, los cuales debe limpiar a diario, y algunos árboles, entre ellos los Baobabs, los cuales debe arrancar antes de que crezcan, pues pueden invadir su planeta. De hecho el cordero es para eso, para que lo ayude con la limpieza de su mundo. No obstante, descubre durante su narración, que el cordero podría comerse también una hermosa rosa que ha nacido en su planeta, y a la cual ha dado su amor incondicional, hasta que empezó a sentirse usada por ella, lo que lo llevó a tomar la decisión de irse de su planeta, para conocer el universo.
Los planetas visitados por El Principito
Igualmente, el pequeño Principito cuenta al aviador cómo durante su viaje logró recorrer seis planetas, antes de llegar a la tierra, en los cuales también encontró personajes bastante interesantes, caracterizados casi siempre como adultos obsesionados con alguna tarea, que no les permitía disfrutar de la vida:
- Primer planeta: en este pequeño mundo, El Principito narra que se encontraba habitado por un Rey, cuya principal obsesión era ser obedecido en sus órdenes, las cuales consideraba bastante sensatas.
- Segundo planeta: al continuar con su viaje, el Principito se encuentra con un segundo planeta, en donde tiene un encuentro con su único habitante: un hombre muy vanidoso, quien cree que el Principito es un admirador. Convencido de que la vanidad del hombre no lo deja ser consciente de su propio ridículo, el Principito continúa su viaje.
- Tercer planeta: en el tercer mundo que visita este pequeño viajero, está habitado igualmente por una sola persona: un bebedor, que lo único que pudo producir en el pequeño niño fue una gran tristeza al ver cómo un hombre se iba diluyendo en el alcohol que ingería a diario.
- Cuarto planeta: en su visita a un cuarto mundo, El Principito cuenta cómo se encontró con un comerciante, que tenía la fantasía de poseer de forma absoluta cada cosa y rincón del universo, por lo que no le importaba haberse quedado solo, mientras no tuviese que darle nada a nadie.
- Quinto planeta: en este planeta vivía un farolero, quien tenía la misión de prender y apagar insistentemente un farol, de forma tan absurda y esclavizante, que el Principito no permaneció mucho tiempo en este mundo.
- Sexto planeta: finalmente, el Principito llegó a un planeta muy grande, en donde también había un solo habitante, un geógrafo, que pese a estar dedicado de lleno al estudio de sus mapas y teorías, nunca se había atrevido a explorar el planeta que estudiaba.
Visita de El Principito a la Tierra
Aconsejado por el geógrafo sobre la buena aventura que podía encontrar en la Tierra, el Principito llegó a este planeta, logrando encontrarse frente a frente con algunos personajes también particulares: la primera que consiguió fue una serpiente que afirmaba tener la cualidad de regresar a las personas a su lugar de origen. Así mismo, conoció un jardín de rosas que le revelaron que la suya no era tan especial. Sintiéndose un poco decepcionado, al descubrir que su reino no era tan especial, conoció un zorro, que tenía la obsesión de ser domesticado, y que para consolarlo le explicó que su rosa era especial, no por única, sino por el tiempo que él le había dedicado.
Luego de reflexionar con el piloto sobre cómo “lo esencial es invisible a los ojos”, y la imposibilidad de la gente por entender qué es lo que realmente buscan, el Principito le comenta a su amigo que al día siguiente cumplirá un año de haber llegado a la tierra. Comprendiendo que quiere volver al sitio donde ha llegado, al día siguiente el piloto descubre a su pequeño amigo hablando con una serpiente. El Principito se despide del piloto, explicándole que su cuerpo es muy pesado para regresar a su planeta, por lo que se dejará morder por la serpiente. A pesar de la resistencia del piloto, el Principito consigue alejarse, y que la serpiente lo muerda, cayendo al piso sin hacer mucho ruido. Al día siguiente, el piloto no logra encontrar el cuerpo del Principito. Decide entonces realizar un dibujo del último día en que vio a su pequeño amigo, cerrando la historia con una petición, en donde solicita a quien visite ese sitio, que si se encuentra con un pequeño niño, que no da respuesta a las preguntas, por favor, le escriban, avisándole de forma inmediata.
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