Sinopsis de Aura

En sus líneas, Carlos Fuentes hace acopio de los recursos fantásticos, propios del Realismo Mágico, para crear una historia de misterio y hechos fantásticos, que no tiene nada que envidiarle a cualquier historia de Ciencia Ficción o Terror que haya podido llevarse al Cine en las décadas posteriores. De esta forma, coloca a Felipe Montero en una casa lúgubre, habitada por una anciana casi decrépita y su sobrina, de la cual se enamora hasta descubrir con horror que sólo ha estado amando a un espectro que no existe, sino en la dimensión de esa mansión y bajo el influjo de esa anciana, que ahora lo aterroriza.

Resumen por capítulos de Aura

Aun cuando son cientos las páginas que se han escrito sobre esta novela, entre entrevistas, ensayos y análisis, en realidad Aura se trata de una novela bastante corta, la cual apenas alcanza los cinco capítulos. No obstante, la fuerza misteriosa que impulsa cada una de sus líneas ha bastado para quedarse en el recuerdo de sus lectores y sobresalir como una de las obras más emblemáticas de su autor y la Literatura latinoamericana.

En este sentido, resulta pertinente entonces realizar un resumen de cada uno de sus capítulos, a fin de que el lector pueda hacerse una clara idea de cuál será el contenido que le espera al momento de iniciar la lectura de este clásico mexicano. A continuación, un resumen por capítulos de la novela Aura del escritor Carlos Fuentes:

Capítulo primero

Felipe Montero es un joven historiador, que trabaja como Maestro en una Escuela Privada, y aun cuando es un buen trabajo, la paga no es muy buena. Un día mientras desayuna en una cafetería, antes de marcharse a su jornada académica, lee en el periódico un anuncio en donde “Se solicita un joven historiador”. Al revisar los requisitos y ver que ofrecen un sueldo de cuatro mil pesos, al menos cinco veces más de lo que el gana, no lo duda un segundo y decide presentarse a la vacante, pues es la oportunidad de mejorar su situación económica.

Después de buscar la dirección, logra dar con la casa, la cual luce vieja y abandonada. Toca la puerta, sin obtener respuesta. Algo hace que empuje la puerta, descubriéndole el interior de la casa, la cual luce oscura y húmeda, como si estuviese abandonada hace muchos años. De repente escucha una voz femenina que le da instrucciones un poco extrañas, solicitándole que se adentre en la casa y camine contando sus pasos en la oscuridad, pues también le pide que no encienda las luces.

El joven sorprendido copia las indicaciones, y finalmente llega a una habitación, iluminada por gran número de velas, en donde una anciana yace en una cama. La mujer es quien ha puesto el anuncio, y procede a contarle que su trabajo –si decide aceptarlo- será redactar las memorias de su difunto marido, el cual falleció hace seis décadas. Sin embargo, existe una condición, el joven deberá vivir en la casa mientras termina su encomienda.

Mientras Felipe y la anciana conversan, a la habitación entra una hermosa joven, llamada Aura, quien es sobrina de la anciana. Su belleza, su dulzura y sobre todo sus hermosos ojos verdes hacen que el joven historiador se sienta profundamente enamorado, aceptando vivir en la casa de inmediato.

Capítulo segundo

La anciana manifiesta su felicidad por la respuesta positiva del joven, y en seguida le pide a Aura que le muestre a Felipe la habitación en donde vivirá ahora. Aura lo deja en su cuarto, informándole que en una hora estará lista la cena. La habitación estaba llena también por objetos antiguos, pero a diferencia de toda la casa su habitación luce iluminada. Al bajar a cenar, encuentra solamente a Aura, quien escusa a su tía, Consuelo, afirmando que no se siente bien. No obstante, la anciana lo esperará en su cama, cuando hayan terminado de cenar.

Al terminar, Felipe se acerca a la habitación de la anciana. Empuja la puerta, y la logra ver de rodilla frente a los santos que tiene en un altar. Ella sorprendida se escusa por la distracción, y de inmediato le indica cuál será su trabajo, pues muere de ansias porque comience pronto con la revisión y redacción de las memorias de su difunto esposo. Para esto, le entrega unos documentos para que comience con su lectura.

Capítulo tercero

Obediente, al llegar a su habitación, Felipe comienza a revisar los documentos que le ha dado la anciana, descubriendo con cierta sorpresa que en realidad ni el grado de militar, ni la profesión ni las aventuras resultan tan llamativas o importantes como la anciana le había dicho cuando decidió contratarlo. A la mañana siguiente, al despertarse, escucha unos ruidos bastante peculiares. Tratando de averiguar de dónde provienen, descubre la imagen de seis gatos, atados por cadenas, que parecen quemare vivos, en el techo de la casa. Sin embargo, la visión es tan rara que incluso llega a dudar de su propio juicio.

Acude entonces al desayuno, en donde encuentra a la anciana, quien le dice que en la noche se reuna con él. Se sientan a desayunar, Consuelo, Aura y el joven. Sin embargo, durante la comida, Aura no pronuncia ni una palabra, siendo Consuelo la única que habla. Felipe cree que la anciana tiene a su sobrina oprimida de alguna forma. Felipe decide que su misión es sacar a esta muchacha de esa casa.

Es noche, Felipe tiene una pesadilla aterradora, en donde logra ver una mano que toca la campanilla, y unos ojos vacíos. Despierta bañado en sudor, y apenas recordando que ha soñado también con un cuerpo suave y ligero que lo besa y lo acaricia. Aura le anuncia que su tía quiere verlo. La anciana comparte su angustia de que quieren correrlas de la casa, mientras le da otro grupo de documentos a Felipe para que los revise. Al retirarse comienza a leerlos, descubriendo que la mujer que lo ha contratado tiene encima ciento nueve años, y que conoció a su marido a los quince, momento desde el cual él quedó enamorado de sus hermosos ojos verdes.

Cuarto capítulo

Felipe descubrirá algo que lo dejará impactado. Al llegar a la cocina encontrará a Aura degollando a un macho cabrío, que preparará para la cena. Sin embargo, al pasar al cuarto de Consuelo, verá cómo la anciana hace los mismos movimientos que después repite Aura, como si se tratara de una marioneta a distancia. Felipe cree que la anciana ha enloquecido. El joven baja a cenar, y no halla a nadie en el comedor, decide entonces ir hasta la recámara de Aura, quien le ha citado después de la cena. La encuentra vestida de verde, se besan y Felipe le jura amor eterno. En la mañana, Felipe ve cómo la vieja ha estado sentada en un salón de la recámara siendo testigo de la consumación de ese amor. Riéndose, tanto tía como sobrina salen de la recámara. Felipe duerme esa noche en la cama de Aura.

Quinto capítulo

Felipe se siente confundido, se encuentra con Aura en el pasillo y le pide explicaciones. Ella atina a decirle que le tengan confianza. Le dice también que la anciana saldrá todo el día y le propone encontrarse en la habitación de esta. Felipe llega al cuarto de la anciana, y en el fondo de un viejo baúl, encuentra una carpeta llena de fotos y documentos. Felipe se entera entonces de la esterilidad del coronel, esposo de consuelo, y de cómo esta enloquece con la idea de permanecer joven por siempre para poder lograrlo. Así mismo, encuentra fotos de Aura, descubriendo que es la misma Consuelo joven abrazada al coronel, que resulta ser él mismo. Aturdido baja a la sala, y escucha la voz de Aura, quien acostada en la cama de la anciana le pide que se recueste con ella. Mientras se besan un rayo de luz toca a Aura y Felipe descubre que en realidad es la anciana de cabellos blancos y dientes podridos. Ante el horror de Felipe, Consuelo lo abraza, prometiéndole que en unos días, después de descansar, juntos lograrán trae a Aura de regreso.

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