El agua es el elemento principal del que están hechos los humanos y el planeta Tierra. El sólo cuerpo humano es un 75% de agua, por lo que este líquido es fundamental para la existencia y para la buena salud del organismo.
Esta agua, en el caso de los humanos, se halla distribuida en la intracelular y extracelular. Esta última, es la que está inmersa en la sangre y baña los tejidos. Cuando las células se encuentran extrayendo energía de los nutrientes, se generan unas pequeñas cantidades de agua.
La fórmula química del agua es H2O. Lo cual indica que está constituida por dos átomos de Hidrógeno y uno de Oxígeno, enlazados por la acción de dos covalentes. La molécula del agua posee una carga neutra, o mejo dicho, Tiene igual número de protones e igual número de electrones. Este rasgo, la clasifica en una molécula polar, quedando los electrones atraídos hacia el Oxígeno y los protones, hacia el Hidrógeno.
Otra de las propiedades características del agua, es que tiene una excelente acción disolvente, y por eso es denominada el disolvente universal. Las causas de lo anterior, se deben a la capacidad del líquido para formar puentes de hidrógeno y gracias a esto, es en los líquidos del organismo donde ocurren las reacciones metabólicas indispensables para la vida.
Estos puentes de hidrógenos ocasionan que las moléculas se agrupen fuertemente ligadas, originando una estructura compacta; razón por la cual se trata de un líquido que aún la Ciencia Oficial no ha podido comprender cabalmente. Se puede moldear como sea, pero nos e puede comprimir y este es otro milagro de la naturaleza, porque existen animales con esqueletos de agua llamados “hidrostáticos”.
Continuando con las propiedades, se encuentra que el agua es un terrible acumulador de calor, el cual quiebra los puentes de hidrógeno y ese es el motivo por el que se calienta lentamente. Para el planeta Tierra, como para el cuerpo humano, esta propiedad del agua permite que la temperatura global y física, se mantengan estables y constantes.
El agua es una sustancia mágica del Universo, de donde proviene toda la vida. Allí, en medio de las aguas internas de nuestra máquina humana, se llevan cabo todas las reacciones que nos permiten estar vivos aquí y ahora.
Como consecuencia de que otra particularidad es su elevada capacidad de evaporación, el calor corporal se regula por medio del sudor, que es agua, o por las mucosas cuando hace mucho frío. Pero cuando el calor es elevado, el agua se evapora saliendo por la piel.
No sólo es el medio único por el que las células extraen energía y realizan sus procesos biológicos, sino que también es el medio de comunicación entre ellas. Si alguien no consume la mínima cantidad de agua necesaria al día y con la calidad y pureza pertinentes, su salud inmediatamente se desequilibraría y acarrearía posibles enfermedades.
Obviamente, que cuando se realiza ejercicio físico, cuando tenemos fiebre, o el calor está insoportable, la cantidad de agua que se debe consumir, debe ser mucho mayor. Los médicos recomiendan que en condiciones normales de todo, a diario se deben tomar ocho vasos como mínimo.