Se trata del segundo pulpo más grande del mundo, solo superado por el pulpo gigante del pacífico (que puede superar los 8 metros de longitud y 100 kilogramos de peso). Hasta el momento, el más grande de estos animales ha registrado una longitud de 4 metros y casi 80 kilogramos de peso, sin embargo, es una especie relativamente poco documentada, que vive en las profundidades, y por lo tanto se desconoce a ciencia cierta el tamaño que puede llegar a alcanzar.

Máscara de medusa

Lo interesante es que recientemente se documentó a un grupo de estos animales utilizando los cadáveres de medusas que habían cazado como “máscaras”. Los pulpos incluso habían hecho pequeñas muescas en el cuerpo del animal para sacar su propia boca, como dándole un toque macabro a sus disfraces.

Evidentemente el asunto no es de estética, pero los investigadores (que además no saben mucho sobre la especie) no terminan de ponerse de acuerdo sobre lo que esto realmente significa. Por ahora, la hipótesis más sólida es que los pulpos se están aprovechando de los tentáculos venenosos de la medusa para dirigir alimento valioso hacia su boca, aprovechando el animal no solo para consumirlo sino para obtener presas adicionales. El método con el que esto ocurre, sin embargo, no es del todo claro.

La inteligencia de los pulpos no se pone en cuestión, y se ha demostrado que son capaces de realizar asociaciones lógicas y resolver problemas simples. Sin embargo, este podría ser el primer indicio claro de que estos animales también son capaces de utilizar herramientas para conseguir un objetivo…

Incluso en un escenario tan macabro como cuando dicha herramienta es el cadáver de otro animal. Aunque si lo pensamos bien, ¿acaso los humanos no hicimos lo mismo por muchísimo tiempo?

Imagen: newscientist.com