El Presidente Franklin D. Roosevelt con el Rey Ibn Saud
El desierto vacío
Cuando las primeras fuentes de petróleo empezaron a ser descubiertas en la gran provincia árabe, nadie imaginó que ese grasoso líquido sirviera para algo. En Arabia los valores islámicos prohibieron por mucho tiempo pensar en el enriquecimiento, pues esto es contrario a las leyes de Alá.
Sólo que al inicio del siglo XX, las provincias árabes no podían seguir aisladas. Era uno de los únicos lugares en el mundo donde ningún país occidental había invadido, pues se menospreciaba estas tierras, creyendo que sólo había un enorme desierto que no merecía la pena. Las personas que vivían allá sólo se nutrían de las ganancias que dejaba el gran peregrinaje hacia las ciudades sagradas y así había sucedido desde los tiempos de Mahoma.
Tal vez en algún momento los turcos quisieron invadir estos lugares para beneficiarse de este turismo y sólo tomaron algunos puertos. Ellos no veían claridad en morir en ese gran desierto como si lo hacían otros. Adentro de la provincia vivían un montón de grupos guerreros que en constantes luchas se debatían por el control de los pozos y los oasis.
El oro negro
Cuando la gran familia Saudí, heredera de la religión wahabie (religión definida como una interpretación del Corán casi literal), descubrió unos pozos de petróleo en una tierra que ellos tenían disputada con otros grupos para los años de 1920, no esperarían que este sería el mejor negocio de sus vidas.
La verdad quien descubrió este oro negro fueron los norteamericanos de la Standard Oil Company, la multinacional más grande de petróleo alrededor del mundo, sólo que los derechos eran netamente árabes. Desde ese momento nació la relación de confianza entre los estadounidenses y la familia real.
El primer símbolo de esta alianza era la repartición recíproca de las ganancias que generaba el petróleo, además de la defensa de la Casa de Saud por parte del gobierno de Estados Unidos. Cómo mencionamos las tierras eran disputadas con otros grupos, por eso fue cuestión de algunos años mientras se pacificaba la región por medio de las armas tecnificadas que empezaron a llegar al desierto.
Los enemigos de la Casa Saud fueron eliminados uno por uno, pocas alianzas se hicieron para no tener que eliminar por la fuerza a los rivales, incluso mucha de la información de estas actividades bélicas fue eliminada con los años por parte de la multinacional petrolífera.
La venta de las tierras
El jefe de los Saud, Abd al-Aziz Ibn Saud, vendió para 1923 todos los derechos de la explotación del petróleo a la gran multinacional Standard Oil, por 250.000 dólares, no por ello dejó de tener derechos en la empresa, pues sabiamente supo emplear sus recursos para tener valiosas acciones. La explotación en los primeros veinte años fue muy básica, se utilizaba todavía camellos y no se había desarrollado ninguna carretera o vía férrea, pues no sabían con exactitud la cantidad de petróleo hallado.
Churchill con el Rey Ibn Saud
Los años de la Segunda Guerra Mundial
Mientras Hitler y las potencias occidentales empezaban la guerra más aterradora y mecanizada del siglo XX, Estados Unidos desarrollaba una política de alerta ante la Gran Guerra. Al inicio quiso proteger sus intereses económicos desapercibidamente, logro que desarrolló en el Medio Oriente.
La cantidad de automóviles y vehículos bélicos producidos en EEUU aumentó con la guerra, especialmente para vendérselos a los países aliados. Para ello se tuvo que tecnificar la producción de petróleo en Arabia Saudí, la cantidad de barriles era de veinte veces más, antes de la guerra.
Ibn Saud se enriqueció mucho en esta época. Ni siquiera tuvo que preocuparse por la guerra, pues EEUU defendía sus intereses según lo pactado. Mientras tanto ese dinero ganado en la época dorada árabe, fue invertido en fortalecer la realeza y los canales de sujeción con el resto de población.
Incluso Ibn Saud no le dio nada de este dinero a la sociedad, todo se lo quedó para su familia. Por ello, se invirtió en pocas escuelas gran cantidad de dinero donde sólo podían estudiar algunos. No se pensó en un desarrollo de todo el país pero la capa alta se enriqueció tanto que viajaban a EEUU y estudiaban en las mejores universidades.
La protección del “petróleo”
Cuando todos veían la primera guerra que fue televisada (La guerra del Golfo), escuchaban a los periodistas diciendo que EEUU tenía que proteger sus intereses porque estaban volando las torres petrolíferas. La verdad es que a partir de 1950, otra alianza secreta con la Casa Saud, dispuso construir una base norteamericana en territorio árabe para otros fines.
Se dijo que era para la protección del petróleo pero todos sabían que era para proteger el poder de la realeza saudí. Los otros países musulmanes de la región comenzaron a tener una actitud hostil con ellos por no seguir unos lineamentos más sociales y progresivos.
El crecimiento del apoyo popular de Nasser, el “último faraón de Egipto”, preocupó enormemente a la Casa Saud que buscó repeler las ideas panárabes. Dicha realeza se ensalzo en crear grupos de apoyo a la religión wahabista.
El apoyo de la CIA
Desde finales de los años cincuenta, la Casa Saud creó grupos conservadores religiosos que llevaban esa religión por toda Arabia, el apoyo norteamericano se hizo sentir y la opinión pública del momento veía como la CIA comenzó operar en la creación de estos grupos que con los años se volvieron extremistas.
Si vemos los hechos actuales, la “primavera árabe” y otros hechos en la Guerra de Oriente, podremos ver que las aristas que nos revelan el conflicto que actualmente se vive actualmente en la península arábica y en todo el mundo árabe nace por las ayudas de la CIA a la Casa Saud.
El mutuo apoyo de estas dos potencias, hizo que se formara la hostilidad que actualmente vive el mundo, donde se ha generado creencias y prejuicios contra los chiitas, la etnia rival de la Casa Saud. No olvidemos que medio mundo árabe es chiita.
Imágenes: 1 y 2: wwii-letters-to-wilma.blogspot.com.co, 3: megaricos.com