Las flatulencias o Aerofagia son los términos que se usan para nombrar a los gases intestinales, que vulgarmente se conocen como pedos.
Los gases expulsados por el ano son los gases intestinales, los cuales poseen un olor y sonido peculiares. Específicamente, de tres puntos provienen las flatulencias: las bacterias y levaduras que producen gases, las cuales viven en el tracto gastrointestinal. Otro, son los producidos por el aire absorbido y los jugos gástricos. Y el tercero, los que se generan por la fermentación de las bacterias.
El proyecto CH4
El proyecto CH4, promovido por Rodrigo Narciso, un hombre de origen brasileño que desarrolló la idea para su tesis de graduación en la Universidad de Nueva York, propuso la creación de un dispositivo elaborado en impresión 3D, que incorpora un sensor de gases para llevarlo en el bolsillo trasero o en el cinturón. El sensor hace correlaciones entre la cantidad e intensidad de las flatulencias, con relación a los hábitos alimenticios.
El CH4 se conecta a cualquier Smartphone y transmite los datos de las expulsiones de gases, en términos de hora y cantidad.
El objetivo de Narciso era fundamentalmente, que se pudiera llevar un control y un análisis de qué comidas producen mayor cantidad de gases intestinales, de manera que realizando estadísticas con los datos obtenidos por el CH4 y las comidas que se habían consumido, se podría saber qué alimentos afectan en mayor y menor medida a la aerofagia.
Un aparato estupendo, pero de poca acogida
El proyecto no ha tenido mucha acogida pero Narciso, ya ha sido respaldado con 180.000 dólares para la ejecución del mismo, estos dineros fueron recibidos de la mano de 73 personas que estaban dispuestas a financiar el ambicioso proyecto, aunque sólo 27 se interesaron en obtener uno de estos aparatos, en un considerable precio de 120 dólares.
El sensor determina qué alimentos se deben comer y por supuesto, cuáles se deben evitar.
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